jueves, 16 de abril de 2009

ARTE GÓTICO.
El MUNDO DEL GÓTICO: CONTEXTO HISTÓRICO
A partir del siglo XII Europa occidental asiste a un progreso generalizado que implica la superación de la etapa feudal en múltiples aspectos:
En lo económico, destaca el importante crecimiento de la producción agrícola favorecido por el extraordinario desarrollo demográfico desde principios del siglo XII. Fue un crecimiento debido a la ampliación de las zonas de cultivo, a los nuevos sistemas de roturación y a los progresos técnicos alcanzados. Esto produjo un excedente de productos y de campesinos en los feudos señoriales, para los cuales la ciudad se convirtió en la única salida (emigración de campesinos a las ciudades). Empieza así una etapa de interacción entre el campo y la ciudad: el primero surtía a ésta de alimentos y materias primas, mientras que la ciudad ofrecía al campo productos artesanales. Se establecen nuevas relaciones entre ambos sectores, que permitirán el paso de una economía autárquica y rural a una economía de mercado urbana.
Esto supuso la revitalización de las ciudades. Se construyeron barrios fuera de las antiguas murallas: los burgos o arrabales, donde se instalaron artesanos y comerciantes para formar un nuevo grupo de ciudadanos a los que se conoce como burgueses. El trabajo industrial-artesanal que desarrollaron se organizaba por actividades y dio lugar a los gremios o agrupaciones de artesanos. Los gremios (de tejedores, zapateros, herreros…) regulaban la vida profesional del sector: fijaban los precios, las condiciones de producción y no permitían que un artesano trabajara en su oficio sin estar inscrito en el gremio correspondiente.
La dinamización del comercio local favoreció también la del comercio internacional, que se proyectó en dos áreas: el Mediterráneo, y la zona del Mar del Norte y del mar Báltico. La primera se vio beneficiada por las cruzadas y por la consiguiente expansión del mundo cristiano, que permitió la llegada a Occidente de especias, sedas y perfumes procedentes de Oriente. Por su parte, el comercio entre el Mar del Norte y el Báltico estuvo controlado por la Hansa, liga que agrupaba a las principales ciudades comerciales (Lúbeck, Hamburgo, Brujas, Gante) para defender sus economías.
Surgen así las primeras actividades financieras propias de una economía precapitalista. Con el comercio se pusieron de nuevo en circulación importantes cantidades de moneda. Apareció la letra de cambio (documento de compromiso amortizable en un plazo determinado) y se concretaron las primeras formas de asociación entre capitalistas y comerciantes que unieron sus recursos para acometer grandes empresas mercantiles.
En lo social, la mayor parte de la población seguía siendo campesina, mientras la nobleza y el clero formaban los estamentos privilegiados. Pero la burguesía de las ciudades aportó novedades importantes: se considera libre, independiente del señor feudal; estima que es sólo la riqueza la que marca la distinción de clase y que la iniciativa personal posibilita el ascenso social.
Por su parte, la Iglesia creó órdenes más apropiadas a las ciudades y acordes con las inquietudes religiosas del momento. Surgen así en el siglo XIII los dominicos y los franciscanos, fundados por santo Domingo de Guzmán y san Francisco de Asís respectivamente.
Ambas fueron denominadas órdenes mendicantes; sus miembros, rehusando la reclusión y la relativa comodidad monacal, se comprometían a mendigar el sustento mientras profundizaban en la teología, realizaban apostolado o predicaban por las calles con un espíritu tan libre que, hasta su confirmación papal, llegaron a representar un peligro para las instituciones eclesiales tradicionales.
En lo político, Europa se hallaba en una fase de construcción en la que, de manera progresiva, se prefiguraron los Estados modernos. La guerra de los Cien Años (1339-1453) favoreció la consolidación de Francia e Inglaterra; Austria anunciaba su futuro poder ante la desintegración del Sacro Imperio Germánico; España se encaminaba a la unificación tras las sucesivas victorias sobre los reinos musulmanes; y Rusia crecía ante la decadencia y posterior caída de Bizancio en manos otomanas.
Es una Europa en cuyas estructuras políticas se produjeron importantes cambios. Los monarcas, apoyados por la burguesía, incrementaron su poder, dominando a la nobleza. De este modo, con el deseo de superar el vínculo de vasallaje surgieron las Cortes, Estados Generales o Parlamentos, donde se reunían los representantes de un país por estamentos (nobleza, clero y tercer estado).
Por su parte, las ciudades burguesas se procuraron un gobierno autónomo para mantener la independencia económica y escapar del sistema feudal. Se organizaron corporativamente con ayuntamientos y consejos municipales donde participaban artesanos y comerciantes . Sin embargo, muy pronto los puestos importantes fueron acaparados por miembros de la alta burguesía (banqueros y comerciantes ricos), lo que dio lugar a gobiernos oligárquicos.
En el ámbito cultural son fundamentales la fundación y el desarrollo de las universidades. Surgieron como asociaciones de profesores y alumnos que buscaban independizarse de la influencia de las escuelas episcopales. Con ellas se inició una cultura de creciente carácter laico y cosmopolita, alejada de los monasterios, cercana a las preocupaciones terrenales de la nueva realidad socioeconómica y dedicada a la formación de los nuevos cuadros de mando políticos, económicos y religiosos instalados en las ciudades.
ORIGEN Y SIGNIFICACIÓN DEL ARTE GÓTICO
El término “gótico” fue acuñado en el siglo XVI por el historiador italiano Giorgio Vasari para designar, de forma peyorativa, al arte bárbaro de la Edad Media comprendido entre la Antigüedad clásica romana y su propia época, el Renacimiento. El nombre es poco apropiado, pues en realidad el gótico (o estilo inventado por los godos) no es de origen germánico, sino francés, ya que nació en la región central de Ile- de-France, desde donde se expandió a las demás regiones europeas.
Cronológicamente, el gótico se extiende desde mediados del siglo XII hasta el siglo XVI, cuando se consuma su progresiva sustitución por el Renacimiento. Sin embargo esta temporalización debe matizarse, pues mientras en Italia este estilo ya había desaparecido a principios del siglo XV (Quattrocento), en otros territorios europeos el gótico perdurará hasta los inicios del mismo siglo XVI (caso del gótico peninsular).
Durante el largo período que abarcó, el arte gótico no dejó de evolucionar, de forma que es posible distinguir en él varias etapas. Así, el siglo XII constituye una continuidad del románico en el que se introducen elementos nuevos como las bóvedas y los arcos apuntados. El siglo XIII es el período clásico del arte gótico, en el que éste queda plenamente definido, con la arquitectura como la principal de las artes. Durante el siglo XIV se produce una estilización de la arquitectura, mientras que la escultura y la pintura adquieren mayor autonomía respecto a la primera. Ya en el siglo XV la decoración se convierte en la protagonista, lo que da lugar a la fase más exuberante del gótico. Mientras que en el siglo XVI, si bien perdura en algunos países europeos, las formas renacentistas se impondrán de manera progresiva hasta su total implantación.
El rechazo hacia el gótico que se manifestó durante el Renacimiento y en los siglos posteriores desaparece con la llegada del Romanticismo a principios del siglo XIX, momento en el que se produce la revalorización del arte medieval y empieza a distinguirse claramente el arte románico del gótico.
ARQUITECTURA GÓTICA
Nace en Ille-de-France entre 1150-1200, y se difunde con gran rapidez. En su origen juega un papel importante la arquitectura cisterciense, austera y sincera, que utiliza el arco ojival y bóveda de crucería sencilla, pero que carece de las aspiraciones estéticas del gótico y construye monasterios.
· Materiales: La arquitectura gótica, propiamente dicha, se realiza en piedra: mamposterías elásticas con sillares bien tallados y ligaduras metálicas afirmadas con plomo.
· El muro: abandona su carácter macizo (románico) y presenta aparejo homogéneo y paramento uniforme. El muro pierde su función de soporte (tectónica) y se convierte en mero cerramiento translúcido gracias a la apertura de grandes vanos acristalados (vidrieras).
· Técnicamente se basa en un sistema de tres elementos, lo que permite una estructura lógica y compuesta por tramos. Estos tres elementos básicos son:
· A)- El arco apuntado u ojival: tiene la ventaja de ejercer unos empujes laterales menores que el arco de medio punto, a la vez que resulta más ligero y dinámico que éste. A lo largo del tiempo fue evolucionando en su forma hasta derivar en los denominados arcos conopiales y carpaneles (ver unidad introductoria del libro de texto). El arco apuntado hace posible la gran novedad del gótico, la bóveda de crucería.
· B)- La bóveda de crucería: es el resultado del cruce entre arcos apuntados (4 arcos que delimitan el tramo y dos que se cruzan en diagonal), que forman un esqueleto de nervios; el espacio entre los nervios se rellena con plementería (material ligero de relleno). La clave de la bóveda es la dovela central que la cierra. El arco apuntado permite elevar considerablemente la altura de la nave sin que se resienta su estabilidad por el peso de la bóveda, ya que las presiones tangenciales se han reducido. Al ser una bóveda liviana, se protege exteriormente con techumbres muy empinadas.
Se construye por tramos, que suelen ser rectangulares, aunque se puede ajustar de forma flexible a la planta (ver planta de cualquier catedral gótica en el libro de texto).
¿Cómo se sostiene la bóveda de crucería? Las tensiones de la bóveda de crucería, que se resuelven en el exterior con contrafuertes y arbotantes, en el interior descansan sobre pilares. Los nervios de la bóveda acostumbran a prolongarse en unas finas columnillas adosadas a lo largo del fuste de los pilares (que a veces llegan hasta el suelo) denominadas baquetones. Al mismo tiempo , los empujes tangenciales de las bóvedas se contrarrestan en el exterior a través de un sistema de contrafuertes y arbotantes ( los arbotantes son arcos externos dispuestos en diagonal y que transmiten los empujes de las bóvedas interiores a los contrafuertes exteriores).
A su vez, cada contrafuerte suele ir rematado con un pináculo, remate cónico o piramidal que, además de un carácter decorativo, tiene una función constructiva: ejercer un empuje vertical sobre el contrafuerte para contrarrestar el empuje oblicuo que sobre él ejercen los arbotantes.
El resultado de todo este sistema de descargas lleva a lo que se conoce como la desmaterialización del muro en la arquitectura gótica, es decir, como los muros ya no cargan la cubierta (pierden su carácter tectónico o de soporte) sus paredes pueden estar perforadas por grandes ventanales –decorados con vidrieras y tracerías- que potencian la luminosidad del espacio interior de la catedral. El muro también se desmaterializa en el alzado interior de la iglesia –arcadas, triforio y claristorio- y en las fachadas con un gran ventanal circular vidriado: el rosetón.
· C)- Soportes: controlan los empujes de las bóvedas y, como hemos visto, son de dos tipos:
- Interiores: pilares fasciculados (es el pilar típico del gótico y va rodeado en toda su estructura por baquetones ).
- Exteriores: Contrafuertes (rematados con pináculos) y arbotantes.
· Concepción del espacio interno: se construye por tramos y se concibe como unidad espacial con dos directrices:
- Vertical, de movimientos ascendentes.
- Longitudinal, de progresión hacia el altar.
En la concepción del espacio interior se busca la transcendencia celestial y, para ello, se utilizan dos elementos fundamentales: la luz y el color. Así, el interior de una catedral gótica está dominado por la luz y una sensación de intensa “desmaterialización “ arquitectónica, gracias a la “desaparición del muro” como elemento sustentante. Este efecto produce sensaciones de ingravidez y transparencia que subrayan el carácter místico y simbólico del espacio de la catedral, que se convierte así en el mismo cielo.
Por tanto, la arquitectura gótica es luz y color gracias a la profusión de vidrieras policromadas (como las famosas de la Catedral de León) que ocupan el espacio del “desaparecido” (o desmaterializado) muro. Esta combinación de luz y color es la mejor representación simbólica de la catedral como “Jerusalén Celestial”.
· Alzado interior: La organización del alzado interior de la catedral se articula en: arcadas que separan la nave central de las laterales, triforio a modo de galería abierta sobre la nave central ( es un estrecho pasadizo con arquerías, que sustituye a la tribuna románica), y claristorio –cuerpo de ventanales- con vanos cubiertos de vidrieras que posibilitan el paso de la luz exterior.
· Los elementos decorativos: destacan los elementos arquitectónicos que aparecen en el exterior –torres, agujas, chapiteles (remate piramidal), pináculos (remate cónico o piramidal), gabletes (remate en punta, a modo de frontón)…- y que son utilizados plásticamente para acentuar el impulso ascensional de la construcción (la verticalidad de la catedral gótica) o para desmaterializarla (rosetón).

· Los volúmenes exteriores son la respuesta a los interiores místicos y revelan claramente el complicado mecanismo estructural, a la vez que muestran la integración del edificio en la vida urbana (la arquitectura gótica es una arquitectura urbana). En el gótico el sentido ascensional de las formas y la intensa luminosidad del interior de los edificios recrean el espacio ideal para acercarse a un Dios más humano; un reflejo de la “Jerusalén Celestial” de la que habla el Apocalipsis de San Juan, con sus “puertas de perlas”, “sus calles de oro puro y vidrio transparente”, etc. Los avances en la técnica constructiva del gótico hará posible plasmar en piedra y de forma simbólica tales visiones.

· Fachadas: se desarrollan ampliamente; no sólo la principal (Occidental), sino también las del transepto (Norte y Sur). La fachada Occidental suele estar flanqueada por torres cubiertas con terrazas o con un cuerpo apiramidado llamado chapitel. Son también características las molduras angulosas que se colocan sobre los arcos de las portadas, denominadas gabletes, así como los rosetones o vanos circulares calados y cerrados con vidrieras de gran espectacularidad.

· Tipologías arquitectónicas:

a)- La arquitectura religiosa: la catedral, gran iglesia de la ciudad y sede episcopal (sede del obispo).
Presenta diversas variantes, pero el prototipo gótico es una obra integrada por:
- Planta : son muy similares a las románicas: planta de cruz latina, de tres o cinco naves longitudinales divididas en distintos tramos y cabecera con transepto, presbiterio y remate en ábside o deambulatorio con capillas radiales.
- Cabecera: es más amplia que la románica; los brazos del transepto se acortan y adquiere protagonismo el deambulatorio o girola rodeado de capillas radiales llamadas absidiolas. En ellas las cofradías y gremios artesanales, que habían participado en la financiación de la catedral, instalaban las capillas de sus santos patronos.
- Alzado de dos tipos (ver lo comentado anteriormente: arcadas, triforio, claristorio): naves de altura diferente, con la central más alta que las laterales; o de 3 naves de igual altura (iglesias de planta de salón o “hallenkirchen”, como por ejemplo Santa María del Mar de Barcelona).
- Fachadas enmarcadas por torres, divididas verticalmente en calles, con portadas abocinadas, rosetón y arquerías.
b)- La arquitectura civil: castillos, lonjas, ayuntamientos, palacios urbanos…(ver libro de texto y powerpoint).

· Etapas de la arquitectura gótica:
- A)- Protogótico, siglo XII.
- B)- Gótico Clásico, siglo XIII. Etapa de madurez del estilo, representado por las grandes catedrales francesas de Chartres, Reims, Amiens.
- C)- Gótico Radiante, que surge en Francia en la 2ª mitad del XIII y continúa en el XIV refinado y complicado. Se interesa por la luminosidad, lo que lleva a inmensos ventanales de vidrieras y a un muro extraordinariamente aligerado. Sainte-Chapelle de París.
- D)- Gótico de las Órdenes Mendicantes, contemporáneo del anterior, aunque diferente pues hace construcciones sencillas –iglesias de una nave- con capillas entre contrafuertes y escasos ornamentos.
- E)- Gótico Tardío o Flamígero, que se da de fines del XIV hasta comienzos del XVI. Se caracteriza por su complicación decorativa –uso de arcos conopiales, tracerías complejas, bóvedas ornamentadas con muchos nervios-. Muestra además un mayor interés por los edificios civiles: castillos, ayuntamientos, lonjas.

ESCULTURA GÓTICA (VER APARTADO DEL LIBRO DE TEXTO: LA EVOLUCIÓN DE LA ESCULTURA GÓTICA)
Muestra importantes diferencias respecto a la románica, tanto a niveles formales como en los modos de expresión, temas e iconografía.
· Materiales: emplea preferentemente piedra, madera y marfil trabajando texturas finas, lisas y tersas.
· Se adquiere un nuevo sentido del volumen, expresado tanto por las figuras como por sus ropajes.
· En los relieves se pasa del fondo plano al fondo profundo que, en el XV, se ordena con una cierta perspectiva.
· La composición pierde frontalidad y verticalidad, prefiriéndose un suave contrapposto en las figuras y composiciones de esquemas cerrados.
· Se tiene en cuenta la luz y se valoran sus contrastes, por lo que interesan las formas salientes.
· Utilizaron de forma sistemática la policromía, pintando las esculturas o jugando con las diversas tonalidades de las maderas. Aunque no siempre han llegado hasta nosotros los colores originales, se supone que tendrían contenido simbólico.
· La forma de expresión refleja, de manera clara, la nueva visión del mundo que tiene el hombre de la Baja Edad Media, en cuya base hay una sensibidad religiosa que arranca del franciscanismo.
· Aparece el naturalismo, los personajes se humanizan, aunque no se trata de un naturalismo realista, sino idealizado, pues se considera que es el mejor modo de expresar la idea religiosa: la perfección corporal sirve para manifestar los valores espirituales. Los cuerpos se hacen reales, proporcionados y esbeltos, los ropajes adquieren volumetría. Interesa la representación de sentimientos humanos, especialmente el amor maternal (Virgen con el Niño) y el dolor, y los rostros y actitudes se adecuan a ellos y se busca, además, la comunicación entre los personajes, que se miran, dialogan, juegan…
· El contenido es, fundamentalmente religioso, pero hay ampliación del repertorio, con predilección por temas evangélicos, marianos y hagiográficos (vidas de santos). Cristo es representado joven, como hijo del hombre y no rehúye el sufrimiento extremo en la cruz (patetismo); la vida y martirio de santos ejemplifica el camino hacia Dios. Además, emerge una iconografía profana financiada por la realeza, la burguesía y la Iglesia urbana.
· Los principales tipos de escultura (ver libro de texto) son:
- Escultura monumental (en las portadas de las catedrales), subordinada a la arquitectura y que progresivamente irá liberándose del marco arquitectónico.
- Escultura no sometida a la arquitectura, que encontramos en sillerías, retablos, sepulcros…
- Imágenes de devoción, en las que se representan Vírgenes con Niño, Crucificados patéticos, grupos de la Piedad…

LA PINTURA ITALO-GÓTICA O DEL TRECENTO: GIOTTO
· Cronología: Siglo XIV (Primer tercio).
· En Italia, la pintura gótica sigue un estilo propio que se configura a partir de dos influencias: el arte bizantino y el arte clásico. Ya desde el Ducento (siglo XIII) surge en Italia una evolución pictórica propia que alcanzará su apogeo en el Trecento (siglo XIV), cuyas características generales son las siguientes:
· 1- La pintura del Trecento se inspira en la religiosidad franciscana, que impulsa una búsqueda de naturalismo y expresión de sentimientos.
· 2- Su principal aportación es la utilización de nuevos recursos técnicos, como la preocupación por el espacio, que desemboca en el uso de un tipo especial de perspectiva en la que se yuxtaponen diversos puntos de vista convergentes en líneas de fuga fuera de la composición. Se consigue así un carácter escenográfico, preparando el camino para la pintura renacentista.
· 3- Hay también una preocupación por la figura, cuya anatomía realista empieza a valorarse con el consiguiente estudio del volumen.
· 4- Presenta asimismo un especial interés por las actitudes y los gestos, logrando de ese modo una expresión de sentimientos que en ocasiones llegará a un verdadero dramatismo.
· 5- Se abandonan poco a poco los amplios fondos dorados (típicamente bizantinos), que quedan reducidos a los nimbos o a la decoración de las vestiduras; produciéndose por tanto un cambio en la utilización de la luz.
· 6- Se inicia una búsqueda de luz natural, con la que se intenta modelar las figuras, incidiendo fundamentalmente en los colores, que dejan de ser planos (románico) para buscar gradaciones cromáticas (pintura tonal).
· 7- Las principales diferencias entre las dos grandes escuelas italianas del trecento pueden sintetizarse de la siguiente manera: Mientras la escuela de Florencia (Giotto) difunde un arte duro, con monumentalismo, sentido volumétrico, teatralidad y contenido dramático en ocasiones, la escuela de Siena (Simone Martini), sin olvidar los avances técnicos, representa un arte más amable, suave, en el que se valora la belleza de líneas y la combinación de colores más suaves. Es una pintura idealizada y con preferencia por los temas marianos.
· GIOTTO di Bondone ( 1267-1337) es el gran maestro de la escuela florentina y el máximo representante del Trecento italiano. Figura capital, supone un cambio profundo en la evolución de la pintura gótica, así como en la historia de la pintura en general. Creador de un nuevo lenguaje artístico en el que se renueva el concepto espacial y lumínico, desarrolla una serie de avances técnicos que constituyen la gran renovación de la pintura trecentista, siendo considerado como el verdadero iniciador de la pintura moderna. Entre sus características fundamentales, debemos destacar las siguientes:
- Su constante preocupación por el espacio, reflejada no sólo en las figuras sino en los encuadres arquitectónicos, de carácter escenográfico.
- En ellos se logra un tipo de perspectiva con diferentes puntos de vista, anunciando en cierta manera la perspectiva clásica del Renacimiento.
- Sus figuras, tratadas con un carácter volumétrico, ofrecen un canon macizo con un cierto monumentalismo, presentando rostros ovoides y ojos rasgados, característicos de la escuela del Trecento.
- Sin embargo, el componente esencial de su estilo es la desaparición de los esquemas rígidos para adquirir un sentido eminentemente expresivo. Por medio del estudio de las actitudes y los gestos, e incluso con las miradas de sus personajes, consigue que aparezcan como obras vivas en las que alcanza en ocasiones un fuerte contenido dramático.
- No olvida, sin embargo, un ideal estético y una constante búsqueda de belleza y proporción, entroncando con el carácter del gótico.

Con todo ello llega a ser el pintor más importante de Florencia, con una posición de burgués acomodado, trabajando para las grandes familias de la época. Su fama es tal que al final de su vida será distinguido con el título de arquitecto de la catedral de Florencia, convirtiéndose así en un ejemplo de maestro universal (pintor, escultor y arquitecto), próximo al humanismo del siglo XV.

Obras fundamentales de Giotto (ver libro de texto y powerpoint): La realización al fresco de los grandes conjuntos de la Iglesia Alta de Asís, de la capilla Scrovegni en Padua, y de la iglesia de la Santa Croce de Florencia (Capillas Peruzzi y Bardi), son sus obras más importantes, resumiendo perfectamente su evolución estilística. En Asís tenemos todavía una obra de juventud, con carácter bizantino, aunque con inicios de naturalismo. El máximo contenido expresivo lo alcanza en los frescos de la capilla Scrovegni en Padua, en donde pone en práctica los logos técnicos como el excelente estudio del espacio, la armonía de la composición, ganando sus figuras en sentido volumétrico y en corporeidad, que acentúan el carácter teatral. Recurre a composiciones más complejas con figuras replegadas sobre sí mismas o de espaldas al espectador, que dan un sentido de modernidad a su obra, recursos comparables a los que más tarde serán utilizados por la pintura barroca en su búsqueda de movimiento y espacio. En su período de madurez, en Florencia, las proporciones se vuelven cada vez más realistas, componiendo con una gran armonía y volviendo en cierta manera a la simplicidad inicial.

LA PINTURA DE LOS PRIMITIVOS FLAMENCOS (Siglo XV)
Se denomina “primitivos” a los artistas que inician una tendencia o una escuela y en el caso de los pintores flamencos del siglo XV merecen la consideración de ser los creadores de una de las escuelas pictóricas europeas de mayor pujanza y brillantez de la historia de la pintura.
A principios del siglo XV, los pintores flamencos comenzaron a crear un nuevo sistema plástico en clara contradicción con el estilo internacional entonces imperante, aunque asumiendo parte de sus logros técnicos, al mismo tiempo que se lanzaban a la búsqueda de nuevos elementos figurativos y formales. La actitud de renovación de los primitivos flamencos es paralela a la que aporta el arte italiano renacentista del Quattrocento; por ello, algunos autores consideran que la pintura flamenca del siglo XV es ya una pintura renacentista; otros piensan que existen todavía en estos pintores ciertos elementos –el detallismo y la minuciosidad en la captación de la realidad, la no creación de un espacio científico según los principios de la perspectiva lineal de los quattrocentistas italianos- que los vinculan a lo gótico. Esta dualidad medieval-renacentista hace de lo flamenco un caso muy especial, y al mismo tiempo apasionante, de la historia de la pintura, como ya señalamos anteriormente.
Esta pintura, que recibe el apelativo de flamenca, no se circunscribe exclusivamente a Flandes, sino que abarca otras zonas geográficas que constituyen los Países Bajos del Norte y del Sur. Tras la crisis del siglo XIV, el mapa político europeo ve surgir el Estado Flamenco-Borgoñón como protagonista del siglo XV. La prosperidad económica y el desarrollo comercial provocan una renovación social en la que la burguesía alcanza sus más altas posiciones, siendo ésta, junto a los gremios, la nobleza y la Iglesia, sus principales clientes . El pensamiento escolástico, vigente en etapas anteriores, se ve superado por el Nominalismo del franciscano Guillermo de Ockham, quien sepando la fe y la razón defiende el gusto por las cosas individuales como expresión de las esencias, de tal forma que en el mundo las únicas sustancias son las cosas individuales. Todo lo real es individual y singular. De este modo la individualización en la pintura exige el realismo, de ahí que la maestría del pintor flamenco radique en su minuciosidad y objetividad en la representación de la realidad. Por otra parte surge la afirmación del individuo (que se plasma claramente en el género del retrato) que anuncia tímidamente el pensamiento humanista del Renacimiento.

Características generales de la pintura de los primitivos flamencos:
· 1- La utilización de la técnica del óleo. La técnica del óleo no fue invención de los hermanos Van Eyck, como tantas veces se ha dicho, pues era conocida de antiguo, pero fueron ellos los que perfeccionaron su procedimiento mediante aceites de linaza y nuez. La utilización sistemática del óleo sobre tabla se extendió rápidamente por la mayor viveza y enriquecimiento de la gama de los colores y porque la superposición de los mismos permitía las transparencias (veladura). También confería a la obra mayor brillantez y luminosidad.
· 2- También el óleo permitía la claridad en el detalle, la minuciosidad que llega a ser extrema y emparentada con la de las miniaturas. El pintor flamenco lo capta todo hasta la obsesión, las arrugas de la piel (retratos), las calidades de las telas y objetos, las flores y hojas de la vegetación, hasta el mínimo fragmento de la realidad.
· 3- Este realismo, que muestra interés por todas las cosas, especialmente las cotidianas, responde al espíritu burgués de las ricas ciudades de los Países Bajos, al antojo de las clases acomodadas por la posesión de los más diversos objetos y por la avidez de verlos representar –a ellos y a sí mismos- en su presencia táctil con una precisa fidelidad. La Virgen y los santos aparecen en ricos interiores; incluso los retratados se muestran sumergidos en un microcosmos objectual y referencial.
· 4- Pero el realismo flamenco queda compensado con el simbolismo, por la significación alegórica de los objetos (El Matrimonio Arnolfini, de Jan Van Eyck) o de los colores empleados, con intención moralizante y religiosa.
· 5- La representación del espacio mereció también la preocupación de los pintores flamencos, pero alcanzaron a crearlo por vías diferentes a las utilizadas por sus coetáneos florentinos (pintores del Quattrocento italiano). Los segundos se atenían a reglas matemáticas rígidas para dar sensación de profundidad (perspectiva lineal o geométrica). Los flamencos también se acercaron a la perspectiva, pero sin obsesiones geométricas, a través de la subjetividad –la obra se estructura desde el punto de vista del pintor- y del empirismo sensorial –el conjunto de referencias basadas en lo sensorial-. También utilizan otros métodos para representar la profundidad: por la desigual difusión de la luz, cambiando los colores según la lejanía, o por la asociación de dos espacios diferentes, como vemos en la Virgen del Canciller Rollin de Jan Van Eyck, donde el primero es un interior arquitectónico con sus elementos –columnas, suelo- siguiendo la perspectiva y el segundo un paisaje exterior que se vislumbra a través de los arcos del fondo de la sala, paisaje que se escalona hasta el cielo en diversos tonos verdes y azules.
· 6- Después de la estilización y del cromatismo plano del Gótico Internacional, los primitivos flamencos vuelven a recuperar la corporeidad de las figuras que viene a añadir el volumen a la captación de la realidad. Pero se ha señalado reiteradamente (Panofsky, ver texto de final de unidad en el libro de texto) que el volumen de las obras flamencas tiene una clara relación con la escultura borgoñona, especialmente con la de Claus Sluter, fallecido en 1399. Y es cierto, pues además de las numerosas pinturas en grisalla que aparecen en las tablas –auténticas esculturas pintadas- , los personajes aparecen inmóviles, sólidos, con los pliegues de los ropajes quebrados en ángulos. Un caso peculiar es el de Van der Weyden que en El Descendimiento, del Museo del Prado, inscribe a las figuras en una hornacina figurada, como si de un retablo escultórico se tratara.
· 7- La temática (iconografía) flamenca es casi exclusivamente religiosa, pero la novedad estriba en su tratamiento. La pintura flamenca, como decimos, sigue teniendo un marcado sentido religioso, si bien se trata de una religiosidad más individual; de tal forma que las escenas religiosas invaden los ambientes cotidianos, de acuerdo con el pensamiento bajomedieval que ve en el hombre un reflejo de la divinidad. Se crean también nuevos temas iconográficos como el de la Virgen con el Niño en la Iglesia (y que suelen aparecer acompañados por retratos de los donantes) de especial difusión. Nada está colocado por casualidad en los interiores intimistas donde se representa a la Virgen y al Niño, cada objeto está cargado de significación simbólico-religiosa. A veces esta simbología dificulta la lectura de la obra, como ocurre con el políptico del Cordero Místico (Iglesia de San Bavón de Gante), de los hermanos Van Eyck, que tantas discusiones ha provocado entre los eruditos para descifrar su significación. Los temas religiosos también se humanizan, prefiriendo la representación de la Virgen y el Niño, la Natividad, la Epifanía… La excepción a lo religioso lo constituye el retrato, que gana carta de naturaleza definitiva y que no escapa al simbolismo flamenco con una clara intención moralizante. En el retrato flamenco, el pintor descubre en el retratado ya no sólo su apariencia externa precisa, con el detallismo comentado, sino que alcanza a captar la realidad íntima, su individualidad psicológica (retrato psicológico). Hasta finales del siglo XIV, el retratado aparece de perfil, ajeno al espectador, ahora la pintura flamenca lo vuelve de frente, observándonos atentamente (Retrato de una joven, de Petrus Cristus, Berlín), o en tres cuartos, casi vuelto hacia el espectador (Retrato de mujer, de Robert Campin, National Gallery de Londres).
· 8- Principales pintores flamencos (Ver obras principales en libro de texto):
- Los iniciadores de la escuela flamenca (primer tercio del siglo XV): Los hermanos Hubert y Jan Van Eyck (h. 1390-1441) , Robert Campin (1378-1449).
- La segunda generación (segundo tercio del siglo XV): Roger Van der Weyden (h. 1400-1464), Dierick Bouts (1420-1475), Petrus Cristus.
- Tercera generación (alcanza los principios del siglo XVI): Van der Goes, Hans Memling, Gerad David, El Bosco.

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