lunes, 28 de noviembre de 2011

Plano urbano de la ciudad romana de Timgad (Numidia romana- actual Argelia


Actividades:


1- Comenta las principales características urbanísticas de la ciudad romana de Timgad.


2- ¿Existe alguna zona destacada en la que se produzca una mayor aglomeración de edificios? ¿Qué nombre recibe este espacio en el mundo romano?


3- Identifica los principales edificios públicos que aparecen en el plano y comenta la función que tenían en época romana.

viernes, 25 de noviembre de 2011

UUDD CIVILIZACIÓN ROMANA

UUDD: LA CIVILIZACIÓN ROMANA

OBJETIVOS

· Conocer las formas de vida de la sociedad romana.

· Explicar la configuración fundamentalmente urbana del imperio romano.

· Analizar las diferencias sociales a través del estudio de los tipos de vivienda.

· Distinguir y comparar las formas de vida urbanas y rurales en el imperio romano.

· Identificar las principales actividades económicas del imperio romano.

· Enumerar y explicar las características de las principales construcciones romanas.

· Describir la religión politeísta romana.

· Analizar la convivencia de la religión politeísta romana con el cristianismo, una religión monoteísta.

· Explicar el origen del cristianismo, resumir su mensaje y analizar los acontecimientos más importantes que vivieron los primeros cristianos.

· Fomentar actitudes de tolerancia para con todos los fieles de diferentes religiones.

· Utilizar distintas fuentes de información (bibliográficas, gráficas, tecnologías de la información y comunicación…).

CONTENIDOS

Conceptos

· Las formas de vida en la ciudad: principales edificios y ocupaciones de sus habitantes.

· Las formas de vida en el campo: la villa, el trabajo agrícola y las minas.

· El urbanismo romano: las construcciones más importantes y su finalidad.

· El politeísmo romano: principales dioses, ritos y lugares de culto.

· El mensaje de Jesús y el origen del cristianismo.

· El desarrollo de los primeros tiempos del cristianismo: las persecuciones, la tolerancia y la conversión del imperio.

Procedimientos

· Lectura, comprensión, análisis y valoración crítica de textos históricos.

· Descripción y análisis de maquetas y reconstrucciones de edificios.

· Análisis, interpretación y comparación de mapas históricos.

· Descripción, análisis, interpretación y comparación de fotografías y dibujos.

· Análisis y comparación de obras de arte.

· Elaboración de fichas, informes y esquemas.

· Utilización de las tecnologías de la información y la comunicación.

Actitudes

· Valorar los restos de una civilización como medio de conocer el pasado.

· Desarrollar iniciativas personales de conocimiento, interés y cuidado del patrimonio histórico.

· Fomentar el respeto a las ideas y la importancia de la convivencia pacífica entre los pueblos.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

· Distinguir y describir los tipos de viviendas que existían en la antigua Roma y analizar su relación con el nivel social de sus habitantes.

· Comparar las formas de vida urbanas y rurales en la época romana.

· Identificar y explicar las principales actividades económicas desarrolladas en el imperio romano y analizar la importancia de cada una de ellas.

· Explicar las características más significativas de la religión politeísta romana.

· Comparar las actividades lúdicas que se desarrollaban en el imperio romano con las nuestras.

· Explicar el origen del cristianismo y su evolución en los primeros tiempos.

· Saber utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para obtener información.

METODOLOGÍA

Esta unidad desarrolla esencialmente los aspectos relacionados con la vida cotidiana de los habitantes del imperio romano. Analiza, también, el origen del cristianismo y su evolución en los primeros tiempos.

Completa la unidad anterior, que aportaba fundamentalmente una visión política de esta antigua civilización, ofreciendo de este modo una completa visión del mundo romano. Conocer y comprender las formas de vida de las sociedades del pasado es, quizá, uno de los mejores métodos para que los alumnos y alumnas se impliquen en la esencia histórica de las épocas que estudian.

En cuanto al nivel y dificultad del tema, los alumnos y alumnas poseen ya un amplio conocimiento de la antigua Roma y de la organización del imperio, al haber estudiado previamente la unidad anterior. De ahí que la información contenida en esta unidad no presente grandes dificultades para su comprensión.

Las primeras tareas están dedicadas a los aspectos de la vida cotidiana de la sociedad romana, por lo que son muy accesibles para el alumno. Las cuestiones relacionadas con el tema de la religión presentan una mayor complejidad y contienen, además de una explicación conceptual, una secuencia espacial y temporal. Sin embargo, la experiencia cotidiana del alumnado facilitará su comprensión, puesto que la religión cristiana está plenamente presente en la sociedad actual. Algunas claves didácticas de la unidad serán las siguientes:

· Diferenciar los tipos de viviendas urbanas y rurales y relacionarlas con un nivel social específico.

· Analizar las rutas de comercio y comprender el fuerte desarrollo comercial como una necesidad para abastecer un vasto territorio, y como la expresión de la organización política, económica y administrativa de un imperio de grandes dimensiones. Explicar que el transporte marítimo era el más adecuado por la rapidez y la capacidad de carga, a pesar de la impresionante red de calzadas.

· Conocer las características de la vida cotidiana en la época romana, señalando el carácter principalmente urbano del imperio y comprendiendo la importancia de los espectáculos públicos en una sociedad urbana con una notable disposición al tiempo libre.

· Describir las principales construcciones romanas, explicar su función y ubicarlas en su espacio. Resaltar el carácter civil de la arquitectura romana y la funcionalidad de los edificios.

· Conocer las características del politeísmo romano, destacando la tolerancia hacia los cultos de los pueblos sometidos, a excepción de los considerados peligrosos para la paz romana.

· Describir la evolución del cristianismo desde sus orígenes hasta ser adoptado como religión oficial del imperio. Destacar que las persecuciones sólo se produjeron en momentos concretos y que las más sangrientas tuvieron lugar en la época de Diocleciano. Explicar que los cristianos fueron considerados una amenaza para la paz romana por no rendir culto al emperador y por mezclar en sus iglesias a pobres y ricos, romanos y bárbaros, esclavos y senadores. Valorar las consecuencias de las medidas adoptadas por los emperadores a este respecto.

ACTIVIDADES

Actividades de desarrollo

Las actividades de desarrollo consistirán en la realización de las actividades propuestas en el libro de texto, tanto las que aparecen en las distintas tareas como las que se proponen al final de la unidad. La selección de las actividades estará en relación con la evaluación inicial de los alumnos, con el objetivo de cumplir los objetivos previstos.

Paralelamente, se pueden proponer actividades complementarias de desarrollo, tales como:

· Se debe incidir en la esencia fundamentalmente urbana del entramado imperial, para lo cual resulta muy útil remarcar el fuerte desarrollo comercial producido en esta época y distinguir los distintos tipos de viviendas urbanas y sus características. Por otro lado, es igualmente importante entender la trascendencia que supuso la aparición del cristianismo y las dificultades de los primeros tiempos de esta religión.

· Trabajo con documentos

Reconstrucción ideal de una domus

A partir de esta reconstrucción, explicar cómo eran las viviendas en la antigua Roma. En los barrios centrales, el terreno era escaso y caro, por lo que las ínsulas alcanzaban los seis u ocho pisos, con el consiguiente riesgo de derrumbamiento e incendios. En el siglo II, las casas, de distintas alturas y realizadas en madera y adobe, salpicaban al azar y sin orden alguno las estrechas calles de Roma. Los edificios no disponían de letrinas y, salvo para algunas familias privilegiadas, tampoco de agua corriente. Los acueductos conducían el agua hasta las fuentes públicas y las letrinas eran colectivas. La población de Roma superaba el millón de habitantes y existían unas 46.000 ínsulas. La introducción del ladrillo cocido dio mayor solidez a las construcciones y disminuyó el riesgo de incendio. En los barrios más populosos residían los vendedores, los zapateros, los charlatanes, etc., y las tiendas y los talleres se distribuían por oficios.

En los barrios aristocráticos se encontraban las domus, que eran viviendas unifamiliares de una planta, generalmente. Se accedía a ellas a través del vestibulum o corredor situado antes de la puerta. Por ésta se entraba directamente al atrium, que era un gran espacio vacío con una apertura en el techo (impluvium) y una pila rectangular (compluvium) en el pavimento para recoger el agua de la lluvia. Alrededor del atrium se disponían las dependencias menores. El aire y la luz penetraban por el atrium y por el peristilo, aún más ancho y luminoso. Este último era un jardín rodeado por un pórtico con columnas, abriéndose en torno a él las habitaciones más importantes. Muchas veces, las domus disponían también de habitaciones abiertas a la calle y aisladas del resto de la casa, entendidas generalmente como tiendas que el amo arrendaba.

Características principales de la religión romana

Este cuadro-resumen puede servir como punto de partida para explicar la evolución de la religión romana:

La primitiva religión romana. Los primeros dioses romanos no tenían representación humana, pues eran fuerzas divinas a las que las personas debían rendir culto en la naturaleza, por lo que no eran necesarios los templos. De las divinidades primitivas destacan tres: Júpiter, Quirino y Marte.

El dominio etrusco. La influencia de los etruscos se manifestó también en la religión, especialmente en la introducción del antropomorfismo; es decir, la representación de los dioses con formas humanas. En esta época se estableció la costumbre de elevar templos a los dioses.

La asimilación de la religión griega. Esta influencia venía de antiguo, pero fue tras la conquista de las colonias griegas del sur de Italia cuando se produjo una auténtica identificación entre los dioses griegos y los romanos, de modo que cada dios griego adoptó su equivalente romano.

La época imperial y las influencias orientales. En este periodo la religión fue utilizada como uno de los pilares del poder imperial. Tras la muerte de Augusto, el senado estableció su divinización, rasgo que se extendió a todos los emperadores siguientes. Algunos exigieron incluso que se rindiera culto religioso a sus personas en vida.

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Actividades de refuerzo

· El alumno debe reconocer las características de las formas de vida urbanas y rurales, así como ser capaz de describirlas y compararlas. Es importante, también, que sepa explicar la evolución de los primeros tiempos del cristianismo, distinguiendo entre la época de las persecuciones y la de la tolerancia.

· Pedir al alumnado que elabore un esquema explicando las características de las diferentes viviendas urbanas y rurales; a continuación tendrá que imaginar qué tipo de persona habitaría cada una, a qué se dedicaría y en qué tipo de actividades invertiría su tiempo de ocio. El esquema puede seguir el siguiente modelo:

1. VIVIENDAS URBANAS

a) Palacio.

Tipo de personas que habita en él.

Decorado a base de...

b) Domus.

Tipo de personas que habita en ella.

Decorada a base de...

Partes de las que consta.

Altura.

Ventanas.

c) Ínsula.

Tipo de personas que habita en ella.

Altura.

Ventanas.

2. VIVIENDAS RURALES

Nombre.

Partes de las que consta.

Tipo de persona que habita en ella.

· Definir los siguientes conceptos y explicar su importancia en época romana: calzada, trilogía mediterránea, curia, augurio, catacumba.

· Insistir en el fuerte desarrollo del comercio en época romana y en la relación entre este hecho y la paz imperial. El profesor puede pedir a los alumnos que completen el siguiente cuadro.

Actividad comercial en el imperio romano

Principales puertos

Principales productos

Procedencia del vino

Procedencia de los cereales

Procedencia del aceite

Ptocedencia de los productos de lujo

· Responder a las siguientes cuestiones:

a) ¿Por qué los romanos, tolerantes con las religiones de los pueblos conquistados, persiguieron a los primeros cristianos?

b) ¿Cuándo fue tolerado el cristianismo?

· Decir si las siguientes frases son verdaderas o falsas, justificando la respuesta.

a) La villa era la vivienda en la que habitaba el propietario de las tierras, que las trabajaba personalmente, con ayuda de algunas herramientas que facilitaban las labores agrícolas.

b) En la basílica romana los sacerdotes realizaban los sacrificios de animales a favor de los dioses.

c) La máxima diversión de la población del imperio romano eran los juegos circenses, que se celebraban en Roma y atraían a multitudes de todas las provincias.

Actividades de ampliación

· Se puede ampliar la información sobre las actividades comerciales en época romana, explicando las principales rutas, los puertos de origen y destino, los productos más importantes, los tipos de barcos, el papel que desempeñaban los comerciantes, los destinatarios de las mercancías de lujo, etc.

· Pedir a los alumnos y alumnas que busquen información sobre algún mito romano y que, posteriormente, hagan una redacción y la expongan en clase a sus compañeros.

· Dividir la clase en grupos y asignar a cada grupo un personaje de la época romana: el propietario de una villa, el comerciante, el emperador, el esclavo, etc. Pedirles que redacten unas memorias en las que recojan todos los aspectos que se les ocurran sobre la vida de su personaje, aportando el mayor número posible de datos: en qué parte del imperio nació, qué otras ciudades conoce, en qué actividades ha trabajado durante su vida, cómo son su vivienda y su familia, etc.

· Pedir al alumno que imagine que es un hombre de letras de la época imperial, que ha viajado por las principales ciudades del imperio. Debe redactar una guía sobre los aspectos más sobresalientes, los que más llamaron su atención durante sus viajes. Posteriormente, puede exponerse en clase para contrastar las distintas opiniones de cada alumno.

· Pedir al alumnado que elija un monumento romano y elabore una ficha acerca del mismo:

– Nombre y fecha de construcción:

– Descripción:

– Función para la que fue construido:

– Ubicación actual y estado de conservación:

– Valoración artística e histórica:

· Actividades con TIC: En la página web de la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia los alumnos pueden acceder a un vídeo en el que se realiza un recorrido histórico del yacimiento en sus distintas etapas (www.laalcudia.ua.es/video-yacimiento.jsp). A partir del visionado de este contenido audiovisual el alumno deberá realizar las siguientes actividades:

- Realizar una breve síntesis sobre la historia del yacimiento.

- Elaborar un eje cronológico con las distintas civilizaciones que se fueron sucediendo en la ocupación del yacimiento.

- Comentar el plano de la ciudad romana de Ilici.

- ¿Qué papel social juega el foro en la ciudad romana?

- Identificar los principales tipos de edificios romanos presentes en el yacimiento, explicando sus funciones.

- Explicar las principales causas de la decadencia de la ciudad romana a partir del Siglo III.

- ¿Qué civilización sucedió a los romanos en el yacimiento? Explica sus rasgos principales.

- Enumera los principales hallazgos artísticos y de cultura material romanos que se mencionan en el documental.

CONTENIDOS TRANSVERSALES

Educación para la convivencia

La presencia de la esclavitud y la marginación social de la mujer pueden servir para resaltar las injusticias de estas situaciones y para promover valores cívicos y solidarios que contribuyan a la construcción de formas de vida más justas.

Educación multicultural

La presencia romana en las provincias del imperio y la convivencia con los pueblos autóctonos pueden promover la curiosidad y el interés por otras culturas del pasado y fomentar el respeto y la tolerancia por las costumbres distintas a las nuestras.

Educación para la paz

A través del estudio de los primeros tiempos del cristianismo se debe reflexionar acerca de la tolerancia religiosa y cultural, y sobre las formas pacíficas de resolver los conflictos y los enfrentamientos.

web de la alcudia.

sábado, 18 de abril de 2009

ARTE ROMÁNICO

CONTEXTO HISTÓRICO
- Periodización (Cronología): Siglo XI (formación del estilo); Siglo XII (Plenitud); Siglo XIII (Etapa final del Románico- Tardorrománico-, coexistencia con el Gótico).
- Ámbito geográfico: Primer Estilo Internacional europeo (la Cristiandad de Europa Occidental).

Las circunstancias históricas que explican el desarrollo de este primer estilo internacional son las siguientes:
· - El final de las invasiones normandas (vikingos) y la estabilización de Imperio árabe en Occidente (desintegración del Califato de Córdoba y aparición de las Taifas, expansión cristiana hacia el sur de la Península Ibérica), hará posible el restablecimiento de la paz en el mundo cristiano occidental, necesaria para una cierta revitalización económica. La roturación de nuevas tierras, el crecimiento demográfico y la superación de los “Terrores del año Mil” (la llegada del fin del mundo), van a facilitar esta nueva eclosión constructora y artística a partir del siglo XI.
· El desarrollo del sistema feudal (Feudalismo): el mecenazgo artístico de la Iglesia y de la Nobleza. Si la tierra es la principal fuente de riqueza en el mundo feudal, sus poseedores son el verdadero poder económico y político de la época. Por eso el románico es un arte rural.
· La expansión de las órdenes religiosas, como la Orden Benedictina (con su ideario del “Ora et Labora” que se desarrollará a partir de la Abadía de Cluny): expresión del poder económico de los monasterios y cauce para la difusión de las nuevas soluciones arquitectónicas y plásticas. La Iglesia católica monopolizará la mayor parte de la cultura. Es fácil deducir que la fe estaba por encima de cualquier pensamiento racional y que los centros culturales estaban vinculados a ella. Éstos eran fundamentalmente los monasterios, ya que las primeras universidades no aparecerán hasta el siglo XII.
· El auge de los caminos de peregrinación y de las peregrinaciones relacionados con el culto a las reliquias y la difusión del nuevo estilo y la cultura románica. Peregrinaciones a Tierra Santa (Jerulalén), pasando por Roma; las de Santiago de Compostela, para rendir culto a las reliquias del Apóstol. Esta fe en las reliquias de los santos ayudaba a la gente a liberarse, a veces, de su triste existencia y a ganarse un puesto en el más allá. En estos caminos se situaban multitud de iglesias y monasterios que conservaban como un preciado tesoro restos de los cuerpos de los santos que satisfacían el “hambre de reliquias” padecida por las personas de aquellos tiempos. Los ensayos y formas arquitectónicas pasan pronto de un territorio a otro a través de las cuadrillas de canteros volantes, lo que explicará la unidad estilística del románico a pesar de las notables diferencias regionales.
· Las cruzadas, que permiten el contacto con las culturas del Mediterráneo Oriental (arte bizantino, islámico, etc.). Fueron impulsadas por la Iglesia como un medio para ampliar el poder de los reinos cristianos sobre los territorios de Oriente.
· La reforma Gregoriana, que impuso un mismo criterio litúrgico en toda la Cristiandad Occidental. Desde el año 1054, en que se produce el Cisma de la Iglesia, la Cristiandad se fractura. Occidente y su capital, Roma, se convierten en el núcleo político y espiritual del Papado y de la Iglesia Católica. Constantinopla y el Imperio Bizantino serán el ámbito de la Iglesia Ortodoxa.
· En conclusión: el Románico nació en Europa Occidental aproximadamente allá por el siglo XI; presenta una gran variedad de estilos regionales e incluye elementos de los estilos cortesanos que lo preceden (prerrománico), del clasicismo tardío, del Paleocristiano y del arte bizantino, así como influencias islámicas y del legado celta-germánico.
Lo que amalgamó todos estos elementos dispares en un estilo coherente a partir de la segunda mitad del siglo XI fue la confluencia de todos esos factores que hemos mencionado anteriormente, y que acabaron estableciendo el triunfo y la hegemonía del Cristianismo en todos los territorios de la Europa Occidental.
Es este contexto histórico en el que hay que entender el surgimiento de un estilo que adquirirá una clara función didáctico-cristiana de glorificación o temor a Dios. En definitiva, un arte que hablará de las verdades eternas de la fe y de la esperanza en el más allá, puesto que en el más acá (en el mundo terrenal) la vida era muy dura para la mayor parte de esa población rural, campesina y analfabeta que conocerá las principales manifestaciones del arte románico y que constituía, de largo, la inmensa mayoría de la sociedad medieval.


ARQUITECTURA ROMÁNICA. CARACTERÍSTICAS GENERALES

Parte de la arquitectura prerrománica y de aportaciones bizantinas y orientales . El miedo a los incendios y una mayor disponibilidad económica explican la desaparición de las cubiertas de madera, al menos en las obras de importancia. Los edificios serán, en general, de piedra desde los cimientos hasta las cubiertas, se generaliza el uso de bóvedas cuyo peso va a determinar la estructura de la obra.

Es una arquitectura fundamentalmente religiosa (iglesias, monasterios), aunque también encontramos arquitectura civil (castillos, palacios).

Los materiales: se usa preferentemente la piedra, en muros de sillería, y el ripio. El uso de la piedra como material constructivo, debemos relacionarlo simbólicamente con la búsqueda de una arquitectura perdurable (perdurabilidad) en el tiempo y con el carácter eterno de la religión cristiana.
Soportes: el muro es, además de elemento de cierre, el principal soporte tectónico que recibe el peso de las pesadas bóvedas de piedra de la cubierta; esto determina su grosor y su carácter macizo, por lo que apenas se abrirán vanos y éstos serán abocinados. Se refuerza con estribos o contrafuertes exteriores que se corresponden con los tramos y arcos fajones del interior. Como soportes exentos se emplean el pilar románico y la columna.
El pilar románico presenta sección cuadrada o rectangular y en sus frentes se adosan semicolumnas que recogen el peso de los arcos fajones (volteados en sentido transversal al eje de la nave) y formeros ( volteados en sentido longitudinal al eje de la nave), y cuya función principal es la de reforzar las bóvedas. La evolución natural del pilar románico tendió a la complejidad a medida que se iban adosando columnas o pilastras. Aparecerán pilares cruciformes, poligonales, etc. (Ver libro de texto).
El otro gran soporte exento empleado es la columna sin proporción ni órdenes clásicos, utilizada preferentemente en criptas, pórticos y claustros. Consta de basa, fuste generalmente liso, y capitel muy desarrollado, troncocónico o troncopiramidal con decoración vegetal, historiada o geométrica.
Además, debemos destacar que todo el edificio románico se asentaba sobre robustos cimientos, que constituían el primer elemento tectónico implicado en el sistema de soportes de todo el conjunto abovedado. Los cimientos solían ser tan profundos que permitían la construcción de criptas o iglesias subterráneas bajo el ábside.
Se utiliza el arco de medio punto.

Cubiertas: El sistema de cubiertas característico evoluciona desde las primeras techumbres de madera hacia las bóvedas de piedra. El tipo más empleado es la bóveda de cañón generalmente reforzada con arcos fajones en la nave central , bóveda de arista por tramos en las naves laterales y en la girola, y cúpula, linterna o cimborrio (construcción elevada sobre el crucero, que habitualmente tiene forma de torre de planta cuadrada u octogonal y que puede ir rematada por un chapitel) para cubrir el crucero, apoyados sobre pechinas (son 4 triángulos curvos que soportan una bóveda generalmente semiesférica y que sirven para pasar de la planta cuadrada del espacio del crucero a la circular de la bóveda) y más frecuentemente sobre trompas (estructura triangular rematada en forma de bovedilla que sirve para achaflanar las esquinas y sustentar las cúpulas que tienen base poligonal. Sirve para pasar del espacio cuadrado del crucero al octogonal de la cúpula). Los ábsides se cubren con bóvedas de cuarto de esfera.
Son edificios oscuros en los que predomina el macizo sobre el vano. En ellos domina la horizontalidad, subrayada por la decoración; sólo las torres rompen este ritmo.
Las torres: También la torre es un elemento consustancial al estilo románico. La torre es campanario, pero es también símbolo del vínculo entre los hombres y Dios, así como testimonio enhiesto del poder de la Iglesia, visible así desde cualquier punto del entorno. Suelen situarse flanqueando la fachada, pero también en el centro del crucero, en los extremos de los brazos del crucero, flanqueando el ábside, etc. Sus formas pueden ser variadas: cuadradas, normalmente en las fachadas; octogonales, normalmente en el centro del crucero; o circulares, habitualmente más pequeñas, y que suelen localizarse en las fachadas o las cabeceras.
Fachadas: Las fachadas, tanto a los pies de las naves, como en los extremos de los brazos del crucero, suelen enmarcarse por las torres, y concentran los principales programas ornamentales del edificio.
En general, las portadas, sobre todo las occidentales (de acceso a las naves), reflejan en su estructura y disposición la propia organización del espacio interior del edificio (el número de naves, la mayor altura de la nave central sobre las laterales, sus divisiones en altura, etc.). Las portadas suelen tener formas abocinadas (rehundimiento progresivo del arco que las conforma), al igual que los vanos del edificio. Ello es debido al grosor de los muros. Cada uno de los tramos rehundidos del arco recibe el nombre de arquivolta (arcos concéntricos con molduras que van reduciendo el ancho de la abertura del vano). (Para más información sobre las partes de la portada románica como soporte principal de la decoración escultórica, ver apartado del libro de texto dedicado a la escultura, así como las fichas 54, 55 y 56 del dossier ).
Los claustros: Son muy característicos de la arquitectura románica. Se trata de patios adosados al templo en torno a los cuales se construye una galería cubierta y sostenida por arcos de medio punto que descansan sobre columnas generalmente pareadas. En los capiteles de los claustros románicos encontraremos relieves escultóricos de variada temática: son los famosos capiteles historiados románicos (ver escultura ).
Plantas: Como planta más común se elige la de mayor tradición en Europa, sobre todo en el campo religioso: la planta basilical, con transepto o nave crucero, destacado o no en planta, cabeceras de ábsides semicirculares y, en ocasiones, pórticos a la entrada. Progresivamente, este modelo de planta basilical irá agrandando el transepto o nave crucero hasta configurar la planta de cruz latina, característica prácticamente de toda la arquitectura medieval. También, el fenómeno de las peregrinaciones afectará a la evolución de las plantas, obligando a la construcción de girolas o deambulatorios (pasillo que rodea la parte trasera del presbiterio o coro. Suele ser prolongación de las naves laterales en las iglesias de tres naves.) , que permitieran el tránsito de los fieles, y a la multiplicación de capillas y altares que permitieran a su vez duplicar los oficios religiosos. Además, y aunque resulte poco habitual, también podemos encontrar iglesias de planta centralizada, normalmente circular u octogonal. Ejemplos en la Península: La Vera Cruz (Segovia) o Torres del Río y Eunate (Navarra).
Decoración: puede ser figurativa, aparece sobre todo en capiteles, portadas y canecillos; y vegetal o geométrica, dispuesta tanto en el interior como en el exterior, organizada en bandas horizontales (subrayando frecuentemente la línea de impostas). Motivos muy utilizados son: arquillos ciegos, lesenas o bandas lombardas, almenillas, entrelazados, baquetones en zigzag, billetes, besantes, clavos, ajedrezado, dientes de sierra, puntas de diamantes, medias bolas (ver fotocopia que os entregué)...


TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS (EDIFICIOS MÁS FRECUENTES):

La iglesia. Suele presentar planta basilical o planta de cruz latina aunque también hay ejemplos de planta central. Las basilicales tienen una o varias naves longitudinales, nave de crucero (transepto) sobresaliente en planta ( a veces articulada en tres naves) y cabecera. En el crucero se levanta el cimborrio o linterna. La cabecera se resuelve mediante ábsides semicirculares que se corresponden en número con las naves longitudinales; en las iglesias llamadas de peregrinación tenemos, sin embargo, cabeceras con girola o deambulatorio y capillas radiales.
En cuanto al alzado cabe destacar que cuando hay varias naves la central suele ser más alta que las laterales; en ocasiones, sobre las laterales hay una tribuna (galería sobre la nave lateral de un templo donde pueden alojarse los fieles o que, simplemente, podía servir de trastero o almacen ; las tribunas iban cubiertas con medias bóvedas de cañón, por lo que actuaban como arcos que trasladaban el peso de la bóveda central hacia el exterior, anticipando así la función de los arbotantes del período gótico). Orientadas al este, las puertas estarán en los lados oeste, norte y sur. El acceso principal suele ser el del lado oeste donde se desarrolla la fachada. Ésta presenta múltiples variantes, pero en algunas regiones y sobre todo en época avanzada consiste en dos torres que flanquean el cuerpo principal del edificio donde está la portada, que es abocinada, con arquivoltas, jambas, tímpano y parteluz.
En el interior, el espacio es claramente direccional potenciando la focalidad del altar. El exterior es fiel reflejo de la articulación interna del edificio, y los volúmenes son nítidos y puros. Además, podemos destacar el claro significado simbólico de la iglesia románica. Por tanto, estamos ante una arquitectura simbólica, que no busca la belleza formal o temporal per se, sino que quiere crear un universo de imágenes para atrapar a los cristianos en su ideal de Divinidad. Simbólicamente, la iglesia románica marca el espacio-camino para la salvación en tres ámbitos: el terrenal, el de transición y el divino.
El ámbito terrenal está formado por los tramos cuadrados de las naves longitudinales. El cuadrado era símbolo de la imperfección humana, pero estos tramos, como un caudal de agua, nos impulsan hacia el altar.
El segundo ámbito es el de transición y lo encontramos en el espacio común a la nave central y al crucero. La estructura circular sobre base cuadrada (en el crucero) señala la unión del mundo divino (el círculo, figura perfecta, sin principio ni final) con el terrenal (cuadrado humano).
Finalmente, el ámbito divino es el ábside semicircular, una forma perfecta que se asimila a la forma del cráneo humano. Aquí convergen todas las líneas estructurales del edificio, el final y el límite del camino. Además, el ábside, como está orientado hacia el este, será el primer espacio iluminado pero sólo al comenzar el día.

El monasterio (ver libro, pp.258-261). Es un conjunto de dependencias ordenadas en torno al claustro; además de la iglesia, podemos destacar: la sala capitular, el refectorio, la cocina, la botica, la biblioteca y las celdas.
El castillo, Los pueblos del siglo XII eran pequeñas agrupaciones de casas levantadas en muchas ocasiones en las cercanías de un castillo, de una sola calle y estrechos pasajes de separación entre las viviendas, y cuyos habitantes tenían en la iglesia el único lugar comunitario. En ellos las casas de los más potentados poseían patio, huerto y pozo, y las de los desheredados de la fortuna eran poco más que cabañas parecidas a los refugios de los pastores de montaña que aparte de dar cobijo a sus habitantes se utilizaban como almacén de herramientas y de granero. Los castillos, con sus enormes moles de piedra, fueron mansión de señores y guardianes de este tipo de poblaciones. La tipología arquitectónica que dio lugar al nacimiento del castillo románico fue la torre-vigía (donjon) de tradición prerrománica, cuya función era tanto defensiva como de habitación. Cualquier poblado, por pequeño que fuese, deseaba estar bajo la protección de esa torre generalmente de planta cuadrada o circular y más raramente de perímetro poligonal e incluso ovoide. A la torre-vigía, según la pujanza económica de la comunidad y del señor en cuestión, se le fueron añadiendo dependencias y muros de protección hasta convertirse en una verdadera ciudad, símbolo del poder civil y militar de la época. A pesar de la relevancia de los castillos en el tejido social de la época, su tipología no obedecía a modelos establecidos a priori, dependiendo ésta de innumerables condicionantes. Su extensión territorial no solía ser demasiado grande (de una a dos hectáreas), aunque los enclavados en recintos urbanos, como los de Weimar (Alemania) y Mont-Saint-Michel (Francia), ocupaban por lo común buena parte de los mismos. Sólo aquellos castillos que se levantaban en valles o en amplias planicies, como en su época la Torre de Londres o la fortaleza de Carcasona, respetaban plantas más o menos regulares (hexágono irregular en Londres, rectángulo casi perfecto en Carcasona), siendo lo más frecuente, sin embargo, que el perímetro e incluso las diversas construcciones se adaptasen a la orografía del terreno, integrándose, en ocasiones, el recinto amurallado en las protecciones rocosas naturales, tal como ocurre en los castillos de Loarre y Saône.

Como ya hemos mencionado, el estilo románico se desarrolla durante los siglos XI y XII, y a nivel estilístico se diferencian dos etapas. La primera se corresponde con lo que se ha denominado románico temprano o lombardo, que surge muy a principios del siglo XI en Lombardía, Italia. Se caracteriza por la utilización de un aparejo pequeño, poco regular; por la cubierta de madera en las naves reservando la bóveda para el ábside; por los arquillos ciegos y las bandas verticales, llamadas bandas lombardas o lesenas, como motivos decorativos del paramento de los muros; y por los campanarios exentos (Estas características las veremos claramente en la Península en el Románico Catalán- San Clemente de Tahull y Santa María de Tahull, en el valle leridano de Boí).
Luego, en los siglos XI y XII, se desarrolla el románico pleno, cuyas características hemos descrito más arriba, y que presenta variantes regionales importantes (Ver fotocopias - fichas 50 y 51- y diapositivas del powerpoint “Arquitectura románica europea”). Así, en Francia distinguimos escuelas como las de Normandía, Borgoña o Provenza; y hablamos también de un románico alemán, italiano, inglés o español. Incluso se establecen prototipos arquitectónicos que aparecen en distintas regiones o países con rasgos comunes gracias a los caminos de peregrinación, es el caso de las llamadas iglesias de peregrinación (ver ejemplos y características generales en el libro y en la ficha 51), que tanto en España como en Francia responden a unas mismas necesidades y características.



ARTES PLÁSTICAS ROMÁNICAS: ESCULTURA Y PINTURA.

El románico, frente a los estilos que anteriormente se desarrollaron en el occidente europeo, supone un resurgimiento de las artes plásticas.

Rasgos formales:
La ley del marco (ley de adaptación al marco arquitectónico). Es la acomodación de las escenas y personajes al lugar que ocupan dentro del ámbito del templo. En otras palabras, es el marco arquitectónico –muros lisos, bóvedas, ábsides, altares, tímpanos, capiteles- el que determina en última instancia la forma. Así, la subordinación al edificio es uno de los problemas de la plástica románica, y explica la ausencia de canon y la distorsión de las figuras (antinaturalismo). En la iglesia, la portada (y dentro de ella, el tímpano) es el principal foco de decoración escultórica, en el interior es el ábside el lugar preferente para la decoración pictórica. En los monasterios, las columnas del claustro son el principal soporte de la decoración (relieves que conforman los llamados capiteles historiados románicos).
Pero las artes plásticas poseen también un criterio de composición interna. Se denomina ley del esquema interior a la organización de las figuras y temas siguiendo un esquema geométrico (cuadrados, rombos, círculos), sometiéndose, por lo tanto, a un principio de abstracción que parece regir la totalidad de la obra. Así, por ejemplo, cuando tiene ante sí la libertad de un muro amplio, el artista distribuye la pintura en registros paralelos y los frontales y ábsides aparecen divididos por esquemas simples que permiten la distribución de la superficie en diversas escenas independientes. Al mismo tiempo, las figuras tienden también a formas geométricas.
El “horror vacui”. Es la tendencia de las artes plásticas a dejar la menor superficie vacía de imágenes que sea posible; y esta tendencia en el románico es evidente: las pinturas murales, relieves de portadas o capiteles y la pintura sobre tabla aparecen completamente cubiertas de figuras, como si el artista temiera dejar espacios vacíos.
Las figuras románicas son rígidas, planas, frontales, hieráticas y muy intelectualizadas. Se organizan en esquemas geométricos: triángulos, cuadrados, rombos. Son estereotipos en los que se potencia el mensaje religioso que nos transmiten y los valores expresivos, incluso a costa de la forma, de ahí muchas de las desproporciones y deformaciones que tienen. Así, partes muy elocuentes del cuerpo humano se exageran: los ojos, cabezas y manos suelen ser bastante grandes. En otras ocasiones se recurre a la deformidad y al feísmo, como en el caso de las representaciones de vicios y pecados; con ello se intenta conseguir que resulten repulsivos. Son, por tanto, figuras antinaturales y un tanto ingenuas. En el caso de la pintura, el antinaturalismo se lograba eliminando todo lo que es propio de una representación realista: el contraste luz-sombra y la sugerencia del volumen, la sensación de movimiento, el espacio y la idea de profundidad. Por tanto, las figuras se realizaban con un lenguaje convencional donde no tenía cabida la individualización de los personajes, mediante la representación de los rasgos esenciales del rostro o de los ropajes y el predominio de la caligrafía de la línea .
Escultura (técnicas). La talla de la piedra aún es plana, se recurre a la incisión aunque no es tan manifiesta como en etapas anteriores. Además de relieves hay escultura exenta o de bulto redondo hecha en distintos materiales, como piedra, madera o marfil. Frecuentemente iban policromados.
Pintura (técnicas). Es preferentemente pintura mural y al fresco, a veces con retoques al temple. Los colores son fuertes, mates y planos o poco matizados (sin mezclas). Son colores de una reducida gama que se centra en ocres, negros, rojos y, en menor medida, azules y verdes. La línea es muy importante, marca los contornos y las zonas interiores de las figuras ( las figuras suelen realizarse con pocos trazos y se enmarcan con una gruesa línea negra que, además, separa cada superficie cromática) . No hay volumen ni perspectiva, los fondos son generalmente planos y monocromos y son muy escasas las referencias al paisaje.
Hay también pintura sobre tabla (se suele emplear la técnica del temple), aunque es mucho más escasa. Decora principalmente frontales de altar o antipendios (tablas que cubren las partes frontal y lateral de la mesa de un altar). Buenos ejemplos de pintura sobre tabla los tenemos en Cataluña. Así, en el frontal de Santa María de Aviá (siglo XIII) encontramos todas las características del románico: líneas gruesas, grandes masas de colores puros, ausencia de perspectiva, despreocupación por la luz, figuras distribuidas en un mismo plano enmarcadas por un fondo monocromático, composición yuxtapuesta (figuras dispuestas unas al lado de otras), alargamiento del canon, predominio de la frontalidad, iconografía religiosa (en el compartimento central, la Virgen, enmarcada por un arco trilobulado, sostiene al Niño sobre sus rodillas. A los lados, se desarrollan diferentes escenas de la vida de María, relacionadas siempre con Jesús: la Anunciación y la Visitación, el nacimiento de Jesús –Natividad-, la adoración de los reyes –Epifanía- y la presentación de Jesús en el templo).
Con miniaturas (pintura a la aguada sobre pergamino o papel , hecha en pequeño tamaño) se iluminan biblias, evangeliarios, vidas de santos..., casi siempre son libros de gran formato, la ilustración destaca por su suntuosidad (los fondos de las escenas son generalmente planos y están hechos con pequeñas láminas de oro pegadas), y suele cubrir la página completa. En la Europa románica sobresalen dos escuelas de miniatura, la italiana (escuela de Montecassino) y la inglesa. La italiana está muy ligada al arte bizantino, mientras que la inglesa se caracteriza por una compleja decoración de las iniciales y el expresionismo de las representaciones.

FUNCIÓN DIDÁCTICA DE LAS ARTES PLÁSTICAS ROMÁNICAS
El contenido del tema es fundamental, la imagen se utiliza como medio de adoctrinamiento para una población analfabeta. Este didactismo de la imagen potenciado por el papa Gregorio VII y difundido por la orden de Cluny, entrará en crisis a causa del desarrollo de la orden del Cister. Sin embargo, a veces el significado no es comprensible para el pueblo, son símbolos y temas de carácter esotérico sólo conocidos por clérigos cultos; otras, su emplazamiento en lugares poco visibles, hace pensar que su finalidad sería sólo la de glorificar a Dios. Además están las escenas anecdóticas, más o menos triviales, emplazadas siempre en lugares secundarios.



ICONOGRAFÍA (TEMÁTICA)
Es muy importante, dada la función predominantemente didáctica que acabamos de apuntar: su contenido es religioso. Las fuentes más utilizadas son: el Apocalipsis de San Juan, el Antiguo Testamento (muy frecuentes son las visiones de Isaías y Ezequiel), los Evangelios, los Evangelios apócrifos, Menologios bizantinos (vidas de santos posteriormente recopiladas en la Leyenda Dorada), Bestiarios...
Temas: giran en torno a dos ideas principales, la de la teofanía o manifestación de la gloria de Cristo, y la idea de la salvación mediante la redención. De la primera surge la representación de Cristo en majestad como Juez Supremo, el denominado Pantocrátor, que aparece en su trono, sentado, acompañado por el Tetramorfos[1], enmarcado en una almendra mística o mandorla, y ensalzado por los 24 ancianos del Apocalipsis (los 12 profetas y los 12 apóstoles). Este tema, inspirado en el Apocalipsis de San Juan, es el predominante en el siglo XII. Suele representarse en los muros de los pies del templo para que el fiel, a la salida de la oración, tenga como última visión la condena divina en recordatorio de su acto de contrición ante el altar. También aparece en el tímpano de las portadas monumentales, para que el fiel lo contemple al acceder al interior del templo. A fines de este mismo siglo y siguiendo el evangelio de San Mateo, nos encontramos con un Cristo más humano, que muestra las llagas e instrumentos de la Pasión, y que aparece rodeado de ángeles y de santos. El tema se completa muchas veces con la resurrección de los muertos, el pesaje de las almas por el Arcángel San Miguel, el premio de los buenos (a la derecha) y el castigo de los condenados ( a la izquierda) que sufren los tormentos infernales. De la idea de la salvación surgen programas iconográficos complejos, que frecuentemente incluyen temas de la vida de Cristo y de la Virgen. Además, hay una temática profana: trabajos, costumbres, calendario agrícola, temas eróticos...
La escultura exenta (generalmente imágenes talladas en madera policromada, a base de colores planos y utilizando la técnica del temple) tiene dos temas básicos: el de Cristo crucificado (rígido, de cuatro clavos, inexpresivo, vivo, con ojos saltones y vestido) que pretende resaltar la divinidad de Cristo por encima del sufrimiento humano (como por ejemplo la Majestad Batlló del Museo Nacional de Arte de Cataluña); y el de la Virgen Theotokos (sedente, con el niño sobre las rodillas, totalmente frontal, sin que exista comunicación con la Madre). Es ésta una iconografía de origen claramente bizantino al igual que la del Pantocrátor.
La conquista por parte de la escultura de distintas partes y espacios de la iglesia es un proceso lento, de modo que hasta el último tercio del siglo XI no nos encontramos con la aparición de la portada monumental románica(ver libro, pp. 270-273).Además, la importancia de la escultura en el edificio no va a ser la misma en todos los países, tiene mayor relevancia en Francia (exceptuando Normandía) y en el norte de España.
La pintura, más endeble, se ha perdido en muchos casos. De los restos conocidos se han podido establecer dos tendencias principales: una ligada a la tradición carolingia (importante en la zona occidental de Francia) y otra, de tradición bizantina, que se extiende por el resto de Francia, Inglaterra, Italia y Cataluña (ver pinturas del ábside de San Clemente de Tahull, hoy en el MNAC).
[1] El tetramorfos tiene la doble significación de símbolos de los evangelistas y del pasaje inicial o la valoración de cada uno de los evangelios de los que son autores:
· El Ser Humano (muchas veces alado) es el símbolo de Mateo, pues su Evangelio se inicia con la genealogía de Cristo hombre.
· El León es el símbolo de Marcos, por ser compañero de Juan el Bautista, el Precursor, con cuya predicación da comienzo el segundo Evangelio.
· El Toro representa a Lucas, animal, de sacrificio ritual, por ser el tercer Evangelio donde mayor realce se da a la inmolación de Jesucristo.
· El Águila representa a Juan por su sobrenombre de “Águila de Patmos” y por los altos vuelos de sus visiones apocalípticas y teológicas.

jueves, 16 de abril de 2009

ARTE GÓTICO.
El MUNDO DEL GÓTICO: CONTEXTO HISTÓRICO
A partir del siglo XII Europa occidental asiste a un progreso generalizado que implica la superación de la etapa feudal en múltiples aspectos:
En lo económico, destaca el importante crecimiento de la producción agrícola favorecido por el extraordinario desarrollo demográfico desde principios del siglo XII. Fue un crecimiento debido a la ampliación de las zonas de cultivo, a los nuevos sistemas de roturación y a los progresos técnicos alcanzados. Esto produjo un excedente de productos y de campesinos en los feudos señoriales, para los cuales la ciudad se convirtió en la única salida (emigración de campesinos a las ciudades). Empieza así una etapa de interacción entre el campo y la ciudad: el primero surtía a ésta de alimentos y materias primas, mientras que la ciudad ofrecía al campo productos artesanales. Se establecen nuevas relaciones entre ambos sectores, que permitirán el paso de una economía autárquica y rural a una economía de mercado urbana.
Esto supuso la revitalización de las ciudades. Se construyeron barrios fuera de las antiguas murallas: los burgos o arrabales, donde se instalaron artesanos y comerciantes para formar un nuevo grupo de ciudadanos a los que se conoce como burgueses. El trabajo industrial-artesanal que desarrollaron se organizaba por actividades y dio lugar a los gremios o agrupaciones de artesanos. Los gremios (de tejedores, zapateros, herreros…) regulaban la vida profesional del sector: fijaban los precios, las condiciones de producción y no permitían que un artesano trabajara en su oficio sin estar inscrito en el gremio correspondiente.
La dinamización del comercio local favoreció también la del comercio internacional, que se proyectó en dos áreas: el Mediterráneo, y la zona del Mar del Norte y del mar Báltico. La primera se vio beneficiada por las cruzadas y por la consiguiente expansión del mundo cristiano, que permitió la llegada a Occidente de especias, sedas y perfumes procedentes de Oriente. Por su parte, el comercio entre el Mar del Norte y el Báltico estuvo controlado por la Hansa, liga que agrupaba a las principales ciudades comerciales (Lúbeck, Hamburgo, Brujas, Gante) para defender sus economías.
Surgen así las primeras actividades financieras propias de una economía precapitalista. Con el comercio se pusieron de nuevo en circulación importantes cantidades de moneda. Apareció la letra de cambio (documento de compromiso amortizable en un plazo determinado) y se concretaron las primeras formas de asociación entre capitalistas y comerciantes que unieron sus recursos para acometer grandes empresas mercantiles.
En lo social, la mayor parte de la población seguía siendo campesina, mientras la nobleza y el clero formaban los estamentos privilegiados. Pero la burguesía de las ciudades aportó novedades importantes: se considera libre, independiente del señor feudal; estima que es sólo la riqueza la que marca la distinción de clase y que la iniciativa personal posibilita el ascenso social.
Por su parte, la Iglesia creó órdenes más apropiadas a las ciudades y acordes con las inquietudes religiosas del momento. Surgen así en el siglo XIII los dominicos y los franciscanos, fundados por santo Domingo de Guzmán y san Francisco de Asís respectivamente.
Ambas fueron denominadas órdenes mendicantes; sus miembros, rehusando la reclusión y la relativa comodidad monacal, se comprometían a mendigar el sustento mientras profundizaban en la teología, realizaban apostolado o predicaban por las calles con un espíritu tan libre que, hasta su confirmación papal, llegaron a representar un peligro para las instituciones eclesiales tradicionales.
En lo político, Europa se hallaba en una fase de construcción en la que, de manera progresiva, se prefiguraron los Estados modernos. La guerra de los Cien Años (1339-1453) favoreció la consolidación de Francia e Inglaterra; Austria anunciaba su futuro poder ante la desintegración del Sacro Imperio Germánico; España se encaminaba a la unificación tras las sucesivas victorias sobre los reinos musulmanes; y Rusia crecía ante la decadencia y posterior caída de Bizancio en manos otomanas.
Es una Europa en cuyas estructuras políticas se produjeron importantes cambios. Los monarcas, apoyados por la burguesía, incrementaron su poder, dominando a la nobleza. De este modo, con el deseo de superar el vínculo de vasallaje surgieron las Cortes, Estados Generales o Parlamentos, donde se reunían los representantes de un país por estamentos (nobleza, clero y tercer estado).
Por su parte, las ciudades burguesas se procuraron un gobierno autónomo para mantener la independencia económica y escapar del sistema feudal. Se organizaron corporativamente con ayuntamientos y consejos municipales donde participaban artesanos y comerciantes . Sin embargo, muy pronto los puestos importantes fueron acaparados por miembros de la alta burguesía (banqueros y comerciantes ricos), lo que dio lugar a gobiernos oligárquicos.
En el ámbito cultural son fundamentales la fundación y el desarrollo de las universidades. Surgieron como asociaciones de profesores y alumnos que buscaban independizarse de la influencia de las escuelas episcopales. Con ellas se inició una cultura de creciente carácter laico y cosmopolita, alejada de los monasterios, cercana a las preocupaciones terrenales de la nueva realidad socioeconómica y dedicada a la formación de los nuevos cuadros de mando políticos, económicos y religiosos instalados en las ciudades.
ORIGEN Y SIGNIFICACIÓN DEL ARTE GÓTICO
El término “gótico” fue acuñado en el siglo XVI por el historiador italiano Giorgio Vasari para designar, de forma peyorativa, al arte bárbaro de la Edad Media comprendido entre la Antigüedad clásica romana y su propia época, el Renacimiento. El nombre es poco apropiado, pues en realidad el gótico (o estilo inventado por los godos) no es de origen germánico, sino francés, ya que nació en la región central de Ile- de-France, desde donde se expandió a las demás regiones europeas.
Cronológicamente, el gótico se extiende desde mediados del siglo XII hasta el siglo XVI, cuando se consuma su progresiva sustitución por el Renacimiento. Sin embargo esta temporalización debe matizarse, pues mientras en Italia este estilo ya había desaparecido a principios del siglo XV (Quattrocento), en otros territorios europeos el gótico perdurará hasta los inicios del mismo siglo XVI (caso del gótico peninsular).
Durante el largo período que abarcó, el arte gótico no dejó de evolucionar, de forma que es posible distinguir en él varias etapas. Así, el siglo XII constituye una continuidad del románico en el que se introducen elementos nuevos como las bóvedas y los arcos apuntados. El siglo XIII es el período clásico del arte gótico, en el que éste queda plenamente definido, con la arquitectura como la principal de las artes. Durante el siglo XIV se produce una estilización de la arquitectura, mientras que la escultura y la pintura adquieren mayor autonomía respecto a la primera. Ya en el siglo XV la decoración se convierte en la protagonista, lo que da lugar a la fase más exuberante del gótico. Mientras que en el siglo XVI, si bien perdura en algunos países europeos, las formas renacentistas se impondrán de manera progresiva hasta su total implantación.
El rechazo hacia el gótico que se manifestó durante el Renacimiento y en los siglos posteriores desaparece con la llegada del Romanticismo a principios del siglo XIX, momento en el que se produce la revalorización del arte medieval y empieza a distinguirse claramente el arte románico del gótico.
ARQUITECTURA GÓTICA
Nace en Ille-de-France entre 1150-1200, y se difunde con gran rapidez. En su origen juega un papel importante la arquitectura cisterciense, austera y sincera, que utiliza el arco ojival y bóveda de crucería sencilla, pero que carece de las aspiraciones estéticas del gótico y construye monasterios.
· Materiales: La arquitectura gótica, propiamente dicha, se realiza en piedra: mamposterías elásticas con sillares bien tallados y ligaduras metálicas afirmadas con plomo.
· El muro: abandona su carácter macizo (románico) y presenta aparejo homogéneo y paramento uniforme. El muro pierde su función de soporte (tectónica) y se convierte en mero cerramiento translúcido gracias a la apertura de grandes vanos acristalados (vidrieras).
· Técnicamente se basa en un sistema de tres elementos, lo que permite una estructura lógica y compuesta por tramos. Estos tres elementos básicos son:
· A)- El arco apuntado u ojival: tiene la ventaja de ejercer unos empujes laterales menores que el arco de medio punto, a la vez que resulta más ligero y dinámico que éste. A lo largo del tiempo fue evolucionando en su forma hasta derivar en los denominados arcos conopiales y carpaneles (ver unidad introductoria del libro de texto). El arco apuntado hace posible la gran novedad del gótico, la bóveda de crucería.
· B)- La bóveda de crucería: es el resultado del cruce entre arcos apuntados (4 arcos que delimitan el tramo y dos que se cruzan en diagonal), que forman un esqueleto de nervios; el espacio entre los nervios se rellena con plementería (material ligero de relleno). La clave de la bóveda es la dovela central que la cierra. El arco apuntado permite elevar considerablemente la altura de la nave sin que se resienta su estabilidad por el peso de la bóveda, ya que las presiones tangenciales se han reducido. Al ser una bóveda liviana, se protege exteriormente con techumbres muy empinadas.
Se construye por tramos, que suelen ser rectangulares, aunque se puede ajustar de forma flexible a la planta (ver planta de cualquier catedral gótica en el libro de texto).
¿Cómo se sostiene la bóveda de crucería? Las tensiones de la bóveda de crucería, que se resuelven en el exterior con contrafuertes y arbotantes, en el interior descansan sobre pilares. Los nervios de la bóveda acostumbran a prolongarse en unas finas columnillas adosadas a lo largo del fuste de los pilares (que a veces llegan hasta el suelo) denominadas baquetones. Al mismo tiempo , los empujes tangenciales de las bóvedas se contrarrestan en el exterior a través de un sistema de contrafuertes y arbotantes ( los arbotantes son arcos externos dispuestos en diagonal y que transmiten los empujes de las bóvedas interiores a los contrafuertes exteriores).
A su vez, cada contrafuerte suele ir rematado con un pináculo, remate cónico o piramidal que, además de un carácter decorativo, tiene una función constructiva: ejercer un empuje vertical sobre el contrafuerte para contrarrestar el empuje oblicuo que sobre él ejercen los arbotantes.
El resultado de todo este sistema de descargas lleva a lo que se conoce como la desmaterialización del muro en la arquitectura gótica, es decir, como los muros ya no cargan la cubierta (pierden su carácter tectónico o de soporte) sus paredes pueden estar perforadas por grandes ventanales –decorados con vidrieras y tracerías- que potencian la luminosidad del espacio interior de la catedral. El muro también se desmaterializa en el alzado interior de la iglesia –arcadas, triforio y claristorio- y en las fachadas con un gran ventanal circular vidriado: el rosetón.
· C)- Soportes: controlan los empujes de las bóvedas y, como hemos visto, son de dos tipos:
- Interiores: pilares fasciculados (es el pilar típico del gótico y va rodeado en toda su estructura por baquetones ).
- Exteriores: Contrafuertes (rematados con pináculos) y arbotantes.
· Concepción del espacio interno: se construye por tramos y se concibe como unidad espacial con dos directrices:
- Vertical, de movimientos ascendentes.
- Longitudinal, de progresión hacia el altar.
En la concepción del espacio interior se busca la transcendencia celestial y, para ello, se utilizan dos elementos fundamentales: la luz y el color. Así, el interior de una catedral gótica está dominado por la luz y una sensación de intensa “desmaterialización “ arquitectónica, gracias a la “desaparición del muro” como elemento sustentante. Este efecto produce sensaciones de ingravidez y transparencia que subrayan el carácter místico y simbólico del espacio de la catedral, que se convierte así en el mismo cielo.
Por tanto, la arquitectura gótica es luz y color gracias a la profusión de vidrieras policromadas (como las famosas de la Catedral de León) que ocupan el espacio del “desaparecido” (o desmaterializado) muro. Esta combinación de luz y color es la mejor representación simbólica de la catedral como “Jerusalén Celestial”.
· Alzado interior: La organización del alzado interior de la catedral se articula en: arcadas que separan la nave central de las laterales, triforio a modo de galería abierta sobre la nave central ( es un estrecho pasadizo con arquerías, que sustituye a la tribuna románica), y claristorio –cuerpo de ventanales- con vanos cubiertos de vidrieras que posibilitan el paso de la luz exterior.
· Los elementos decorativos: destacan los elementos arquitectónicos que aparecen en el exterior –torres, agujas, chapiteles (remate piramidal), pináculos (remate cónico o piramidal), gabletes (remate en punta, a modo de frontón)…- y que son utilizados plásticamente para acentuar el impulso ascensional de la construcción (la verticalidad de la catedral gótica) o para desmaterializarla (rosetón).

· Los volúmenes exteriores son la respuesta a los interiores místicos y revelan claramente el complicado mecanismo estructural, a la vez que muestran la integración del edificio en la vida urbana (la arquitectura gótica es una arquitectura urbana). En el gótico el sentido ascensional de las formas y la intensa luminosidad del interior de los edificios recrean el espacio ideal para acercarse a un Dios más humano; un reflejo de la “Jerusalén Celestial” de la que habla el Apocalipsis de San Juan, con sus “puertas de perlas”, “sus calles de oro puro y vidrio transparente”, etc. Los avances en la técnica constructiva del gótico hará posible plasmar en piedra y de forma simbólica tales visiones.

· Fachadas: se desarrollan ampliamente; no sólo la principal (Occidental), sino también las del transepto (Norte y Sur). La fachada Occidental suele estar flanqueada por torres cubiertas con terrazas o con un cuerpo apiramidado llamado chapitel. Son también características las molduras angulosas que se colocan sobre los arcos de las portadas, denominadas gabletes, así como los rosetones o vanos circulares calados y cerrados con vidrieras de gran espectacularidad.

· Tipologías arquitectónicas:

a)- La arquitectura religiosa: la catedral, gran iglesia de la ciudad y sede episcopal (sede del obispo).
Presenta diversas variantes, pero el prototipo gótico es una obra integrada por:
- Planta : son muy similares a las románicas: planta de cruz latina, de tres o cinco naves longitudinales divididas en distintos tramos y cabecera con transepto, presbiterio y remate en ábside o deambulatorio con capillas radiales.
- Cabecera: es más amplia que la románica; los brazos del transepto se acortan y adquiere protagonismo el deambulatorio o girola rodeado de capillas radiales llamadas absidiolas. En ellas las cofradías y gremios artesanales, que habían participado en la financiación de la catedral, instalaban las capillas de sus santos patronos.
- Alzado de dos tipos (ver lo comentado anteriormente: arcadas, triforio, claristorio): naves de altura diferente, con la central más alta que las laterales; o de 3 naves de igual altura (iglesias de planta de salón o “hallenkirchen”, como por ejemplo Santa María del Mar de Barcelona).
- Fachadas enmarcadas por torres, divididas verticalmente en calles, con portadas abocinadas, rosetón y arquerías.
b)- La arquitectura civil: castillos, lonjas, ayuntamientos, palacios urbanos…(ver libro de texto y powerpoint).

· Etapas de la arquitectura gótica:
- A)- Protogótico, siglo XII.
- B)- Gótico Clásico, siglo XIII. Etapa de madurez del estilo, representado por las grandes catedrales francesas de Chartres, Reims, Amiens.
- C)- Gótico Radiante, que surge en Francia en la 2ª mitad del XIII y continúa en el XIV refinado y complicado. Se interesa por la luminosidad, lo que lleva a inmensos ventanales de vidrieras y a un muro extraordinariamente aligerado. Sainte-Chapelle de París.
- D)- Gótico de las Órdenes Mendicantes, contemporáneo del anterior, aunque diferente pues hace construcciones sencillas –iglesias de una nave- con capillas entre contrafuertes y escasos ornamentos.
- E)- Gótico Tardío o Flamígero, que se da de fines del XIV hasta comienzos del XVI. Se caracteriza por su complicación decorativa –uso de arcos conopiales, tracerías complejas, bóvedas ornamentadas con muchos nervios-. Muestra además un mayor interés por los edificios civiles: castillos, ayuntamientos, lonjas.

ESCULTURA GÓTICA (VER APARTADO DEL LIBRO DE TEXTO: LA EVOLUCIÓN DE LA ESCULTURA GÓTICA)
Muestra importantes diferencias respecto a la románica, tanto a niveles formales como en los modos de expresión, temas e iconografía.
· Materiales: emplea preferentemente piedra, madera y marfil trabajando texturas finas, lisas y tersas.
· Se adquiere un nuevo sentido del volumen, expresado tanto por las figuras como por sus ropajes.
· En los relieves se pasa del fondo plano al fondo profundo que, en el XV, se ordena con una cierta perspectiva.
· La composición pierde frontalidad y verticalidad, prefiriéndose un suave contrapposto en las figuras y composiciones de esquemas cerrados.
· Se tiene en cuenta la luz y se valoran sus contrastes, por lo que interesan las formas salientes.
· Utilizaron de forma sistemática la policromía, pintando las esculturas o jugando con las diversas tonalidades de las maderas. Aunque no siempre han llegado hasta nosotros los colores originales, se supone que tendrían contenido simbólico.
· La forma de expresión refleja, de manera clara, la nueva visión del mundo que tiene el hombre de la Baja Edad Media, en cuya base hay una sensibidad religiosa que arranca del franciscanismo.
· Aparece el naturalismo, los personajes se humanizan, aunque no se trata de un naturalismo realista, sino idealizado, pues se considera que es el mejor modo de expresar la idea religiosa: la perfección corporal sirve para manifestar los valores espirituales. Los cuerpos se hacen reales, proporcionados y esbeltos, los ropajes adquieren volumetría. Interesa la representación de sentimientos humanos, especialmente el amor maternal (Virgen con el Niño) y el dolor, y los rostros y actitudes se adecuan a ellos y se busca, además, la comunicación entre los personajes, que se miran, dialogan, juegan…
· El contenido es, fundamentalmente religioso, pero hay ampliación del repertorio, con predilección por temas evangélicos, marianos y hagiográficos (vidas de santos). Cristo es representado joven, como hijo del hombre y no rehúye el sufrimiento extremo en la cruz (patetismo); la vida y martirio de santos ejemplifica el camino hacia Dios. Además, emerge una iconografía profana financiada por la realeza, la burguesía y la Iglesia urbana.
· Los principales tipos de escultura (ver libro de texto) son:
- Escultura monumental (en las portadas de las catedrales), subordinada a la arquitectura y que progresivamente irá liberándose del marco arquitectónico.
- Escultura no sometida a la arquitectura, que encontramos en sillerías, retablos, sepulcros…
- Imágenes de devoción, en las que se representan Vírgenes con Niño, Crucificados patéticos, grupos de la Piedad…

LA PINTURA ITALO-GÓTICA O DEL TRECENTO: GIOTTO
· Cronología: Siglo XIV (Primer tercio).
· En Italia, la pintura gótica sigue un estilo propio que se configura a partir de dos influencias: el arte bizantino y el arte clásico. Ya desde el Ducento (siglo XIII) surge en Italia una evolución pictórica propia que alcanzará su apogeo en el Trecento (siglo XIV), cuyas características generales son las siguientes:
· 1- La pintura del Trecento se inspira en la religiosidad franciscana, que impulsa una búsqueda de naturalismo y expresión de sentimientos.
· 2- Su principal aportación es la utilización de nuevos recursos técnicos, como la preocupación por el espacio, que desemboca en el uso de un tipo especial de perspectiva en la que se yuxtaponen diversos puntos de vista convergentes en líneas de fuga fuera de la composición. Se consigue así un carácter escenográfico, preparando el camino para la pintura renacentista.
· 3- Hay también una preocupación por la figura, cuya anatomía realista empieza a valorarse con el consiguiente estudio del volumen.
· 4- Presenta asimismo un especial interés por las actitudes y los gestos, logrando de ese modo una expresión de sentimientos que en ocasiones llegará a un verdadero dramatismo.
· 5- Se abandonan poco a poco los amplios fondos dorados (típicamente bizantinos), que quedan reducidos a los nimbos o a la decoración de las vestiduras; produciéndose por tanto un cambio en la utilización de la luz.
· 6- Se inicia una búsqueda de luz natural, con la que se intenta modelar las figuras, incidiendo fundamentalmente en los colores, que dejan de ser planos (románico) para buscar gradaciones cromáticas (pintura tonal).
· 7- Las principales diferencias entre las dos grandes escuelas italianas del trecento pueden sintetizarse de la siguiente manera: Mientras la escuela de Florencia (Giotto) difunde un arte duro, con monumentalismo, sentido volumétrico, teatralidad y contenido dramático en ocasiones, la escuela de Siena (Simone Martini), sin olvidar los avances técnicos, representa un arte más amable, suave, en el que se valora la belleza de líneas y la combinación de colores más suaves. Es una pintura idealizada y con preferencia por los temas marianos.
· GIOTTO di Bondone ( 1267-1337) es el gran maestro de la escuela florentina y el máximo representante del Trecento italiano. Figura capital, supone un cambio profundo en la evolución de la pintura gótica, así como en la historia de la pintura en general. Creador de un nuevo lenguaje artístico en el que se renueva el concepto espacial y lumínico, desarrolla una serie de avances técnicos que constituyen la gran renovación de la pintura trecentista, siendo considerado como el verdadero iniciador de la pintura moderna. Entre sus características fundamentales, debemos destacar las siguientes:
- Su constante preocupación por el espacio, reflejada no sólo en las figuras sino en los encuadres arquitectónicos, de carácter escenográfico.
- En ellos se logra un tipo de perspectiva con diferentes puntos de vista, anunciando en cierta manera la perspectiva clásica del Renacimiento.
- Sus figuras, tratadas con un carácter volumétrico, ofrecen un canon macizo con un cierto monumentalismo, presentando rostros ovoides y ojos rasgados, característicos de la escuela del Trecento.
- Sin embargo, el componente esencial de su estilo es la desaparición de los esquemas rígidos para adquirir un sentido eminentemente expresivo. Por medio del estudio de las actitudes y los gestos, e incluso con las miradas de sus personajes, consigue que aparezcan como obras vivas en las que alcanza en ocasiones un fuerte contenido dramático.
- No olvida, sin embargo, un ideal estético y una constante búsqueda de belleza y proporción, entroncando con el carácter del gótico.

Con todo ello llega a ser el pintor más importante de Florencia, con una posición de burgués acomodado, trabajando para las grandes familias de la época. Su fama es tal que al final de su vida será distinguido con el título de arquitecto de la catedral de Florencia, convirtiéndose así en un ejemplo de maestro universal (pintor, escultor y arquitecto), próximo al humanismo del siglo XV.

Obras fundamentales de Giotto (ver libro de texto y powerpoint): La realización al fresco de los grandes conjuntos de la Iglesia Alta de Asís, de la capilla Scrovegni en Padua, y de la iglesia de la Santa Croce de Florencia (Capillas Peruzzi y Bardi), son sus obras más importantes, resumiendo perfectamente su evolución estilística. En Asís tenemos todavía una obra de juventud, con carácter bizantino, aunque con inicios de naturalismo. El máximo contenido expresivo lo alcanza en los frescos de la capilla Scrovegni en Padua, en donde pone en práctica los logos técnicos como el excelente estudio del espacio, la armonía de la composición, ganando sus figuras en sentido volumétrico y en corporeidad, que acentúan el carácter teatral. Recurre a composiciones más complejas con figuras replegadas sobre sí mismas o de espaldas al espectador, que dan un sentido de modernidad a su obra, recursos comparables a los que más tarde serán utilizados por la pintura barroca en su búsqueda de movimiento y espacio. En su período de madurez, en Florencia, las proporciones se vuelven cada vez más realistas, componiendo con una gran armonía y volviendo en cierta manera a la simplicidad inicial.

LA PINTURA DE LOS PRIMITIVOS FLAMENCOS (Siglo XV)
Se denomina “primitivos” a los artistas que inician una tendencia o una escuela y en el caso de los pintores flamencos del siglo XV merecen la consideración de ser los creadores de una de las escuelas pictóricas europeas de mayor pujanza y brillantez de la historia de la pintura.
A principios del siglo XV, los pintores flamencos comenzaron a crear un nuevo sistema plástico en clara contradicción con el estilo internacional entonces imperante, aunque asumiendo parte de sus logros técnicos, al mismo tiempo que se lanzaban a la búsqueda de nuevos elementos figurativos y formales. La actitud de renovación de los primitivos flamencos es paralela a la que aporta el arte italiano renacentista del Quattrocento; por ello, algunos autores consideran que la pintura flamenca del siglo XV es ya una pintura renacentista; otros piensan que existen todavía en estos pintores ciertos elementos –el detallismo y la minuciosidad en la captación de la realidad, la no creación de un espacio científico según los principios de la perspectiva lineal de los quattrocentistas italianos- que los vinculan a lo gótico. Esta dualidad medieval-renacentista hace de lo flamenco un caso muy especial, y al mismo tiempo apasionante, de la historia de la pintura, como ya señalamos anteriormente.
Esta pintura, que recibe el apelativo de flamenca, no se circunscribe exclusivamente a Flandes, sino que abarca otras zonas geográficas que constituyen los Países Bajos del Norte y del Sur. Tras la crisis del siglo XIV, el mapa político europeo ve surgir el Estado Flamenco-Borgoñón como protagonista del siglo XV. La prosperidad económica y el desarrollo comercial provocan una renovación social en la que la burguesía alcanza sus más altas posiciones, siendo ésta, junto a los gremios, la nobleza y la Iglesia, sus principales clientes . El pensamiento escolástico, vigente en etapas anteriores, se ve superado por el Nominalismo del franciscano Guillermo de Ockham, quien sepando la fe y la razón defiende el gusto por las cosas individuales como expresión de las esencias, de tal forma que en el mundo las únicas sustancias son las cosas individuales. Todo lo real es individual y singular. De este modo la individualización en la pintura exige el realismo, de ahí que la maestría del pintor flamenco radique en su minuciosidad y objetividad en la representación de la realidad. Por otra parte surge la afirmación del individuo (que se plasma claramente en el género del retrato) que anuncia tímidamente el pensamiento humanista del Renacimiento.

Características generales de la pintura de los primitivos flamencos:
· 1- La utilización de la técnica del óleo. La técnica del óleo no fue invención de los hermanos Van Eyck, como tantas veces se ha dicho, pues era conocida de antiguo, pero fueron ellos los que perfeccionaron su procedimiento mediante aceites de linaza y nuez. La utilización sistemática del óleo sobre tabla se extendió rápidamente por la mayor viveza y enriquecimiento de la gama de los colores y porque la superposición de los mismos permitía las transparencias (veladura). También confería a la obra mayor brillantez y luminosidad.
· 2- También el óleo permitía la claridad en el detalle, la minuciosidad que llega a ser extrema y emparentada con la de las miniaturas. El pintor flamenco lo capta todo hasta la obsesión, las arrugas de la piel (retratos), las calidades de las telas y objetos, las flores y hojas de la vegetación, hasta el mínimo fragmento de la realidad.
· 3- Este realismo, que muestra interés por todas las cosas, especialmente las cotidianas, responde al espíritu burgués de las ricas ciudades de los Países Bajos, al antojo de las clases acomodadas por la posesión de los más diversos objetos y por la avidez de verlos representar –a ellos y a sí mismos- en su presencia táctil con una precisa fidelidad. La Virgen y los santos aparecen en ricos interiores; incluso los retratados se muestran sumergidos en un microcosmos objectual y referencial.
· 4- Pero el realismo flamenco queda compensado con el simbolismo, por la significación alegórica de los objetos (El Matrimonio Arnolfini, de Jan Van Eyck) o de los colores empleados, con intención moralizante y religiosa.
· 5- La representación del espacio mereció también la preocupación de los pintores flamencos, pero alcanzaron a crearlo por vías diferentes a las utilizadas por sus coetáneos florentinos (pintores del Quattrocento italiano). Los segundos se atenían a reglas matemáticas rígidas para dar sensación de profundidad (perspectiva lineal o geométrica). Los flamencos también se acercaron a la perspectiva, pero sin obsesiones geométricas, a través de la subjetividad –la obra se estructura desde el punto de vista del pintor- y del empirismo sensorial –el conjunto de referencias basadas en lo sensorial-. También utilizan otros métodos para representar la profundidad: por la desigual difusión de la luz, cambiando los colores según la lejanía, o por la asociación de dos espacios diferentes, como vemos en la Virgen del Canciller Rollin de Jan Van Eyck, donde el primero es un interior arquitectónico con sus elementos –columnas, suelo- siguiendo la perspectiva y el segundo un paisaje exterior que se vislumbra a través de los arcos del fondo de la sala, paisaje que se escalona hasta el cielo en diversos tonos verdes y azules.
· 6- Después de la estilización y del cromatismo plano del Gótico Internacional, los primitivos flamencos vuelven a recuperar la corporeidad de las figuras que viene a añadir el volumen a la captación de la realidad. Pero se ha señalado reiteradamente (Panofsky, ver texto de final de unidad en el libro de texto) que el volumen de las obras flamencas tiene una clara relación con la escultura borgoñona, especialmente con la de Claus Sluter, fallecido en 1399. Y es cierto, pues además de las numerosas pinturas en grisalla que aparecen en las tablas –auténticas esculturas pintadas- , los personajes aparecen inmóviles, sólidos, con los pliegues de los ropajes quebrados en ángulos. Un caso peculiar es el de Van der Weyden que en El Descendimiento, del Museo del Prado, inscribe a las figuras en una hornacina figurada, como si de un retablo escultórico se tratara.
· 7- La temática (iconografía) flamenca es casi exclusivamente religiosa, pero la novedad estriba en su tratamiento. La pintura flamenca, como decimos, sigue teniendo un marcado sentido religioso, si bien se trata de una religiosidad más individual; de tal forma que las escenas religiosas invaden los ambientes cotidianos, de acuerdo con el pensamiento bajomedieval que ve en el hombre un reflejo de la divinidad. Se crean también nuevos temas iconográficos como el de la Virgen con el Niño en la Iglesia (y que suelen aparecer acompañados por retratos de los donantes) de especial difusión. Nada está colocado por casualidad en los interiores intimistas donde se representa a la Virgen y al Niño, cada objeto está cargado de significación simbólico-religiosa. A veces esta simbología dificulta la lectura de la obra, como ocurre con el políptico del Cordero Místico (Iglesia de San Bavón de Gante), de los hermanos Van Eyck, que tantas discusiones ha provocado entre los eruditos para descifrar su significación. Los temas religiosos también se humanizan, prefiriendo la representación de la Virgen y el Niño, la Natividad, la Epifanía… La excepción a lo religioso lo constituye el retrato, que gana carta de naturaleza definitiva y que no escapa al simbolismo flamenco con una clara intención moralizante. En el retrato flamenco, el pintor descubre en el retratado ya no sólo su apariencia externa precisa, con el detallismo comentado, sino que alcanza a captar la realidad íntima, su individualidad psicológica (retrato psicológico). Hasta finales del siglo XIV, el retratado aparece de perfil, ajeno al espectador, ahora la pintura flamenca lo vuelve de frente, observándonos atentamente (Retrato de una joven, de Petrus Cristus, Berlín), o en tres cuartos, casi vuelto hacia el espectador (Retrato de mujer, de Robert Campin, National Gallery de Londres).
· 8- Principales pintores flamencos (Ver obras principales en libro de texto):
- Los iniciadores de la escuela flamenca (primer tercio del siglo XV): Los hermanos Hubert y Jan Van Eyck (h. 1390-1441) , Robert Campin (1378-1449).
- La segunda generación (segundo tercio del siglo XV): Roger Van der Weyden (h. 1400-1464), Dierick Bouts (1420-1475), Petrus Cristus.
- Tercera generación (alcanza los principios del siglo XVI): Van der Goes, Hans Memling, Gerad David, El Bosco.